Texas.—Un tribunal federal dictó esta semana un veredicto de culpabilidad contra una mujer cubana por “agredir a dos agentes de la Patrulla Fronteriza (BP) en el puesto de control Javier Vega”, informó la fiscal federal interina Jennifer B. Lowery.
Los jurados deliberaron durante aproximadamente 25 minutos antes de condenar a Yaniuska Ordaz-Echeverría, de 31 años, tras un juicio que duró un día.
La noticia fue publicada en el sitio web del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, donde se menciona que el jurado escuchó que “poco antes de la medianoche del 31 de enero, Ordaz-Echevarría llegó al puesto de control en Sarita como pasajera en un autobús comercial. La policía intentó verificar su estado de ciudadanía”. Ordaz-Echevarría, que no contaba con identificación ni documentos que comprobaran su legalidad en Estados Unidos, fue trasladada bajo custodia al edificio del puesto de control para su procesamiento posterior.
“Una vez dentro, Ordaz-Echevarría se irritó con las autoridades y se negó a responder a sus preguntas. Cuando la policía intentó escoltarla de manera pacífica a una celda de detención, ella levantó los puños de manera violenta. Su comportamiento agresivo llevó a que múltiples agentes intentaran controlarla, durante lo cual continuó pateando y golpeando a los oficiales”, señala el documento oficial.
Además, se indica que dos de los agentes “heridos en el puesto de control” testificaron sobre el intento de someter a Ordaz-Echeverría mientras ella “golpeaba y pateaba de forma violenta a los agentes”. El jurado también tuvo acceso a imágenes que documentaban las lesiones sufridas y a un video que mostraba los actos agresivos de Ordaz-Echeverría.
Por su parte, la defensa intentó persuadir al jurado de que las acciones de Ordaz-Echeverría no fueron intencionales, argumentando que simplemente estaba frustrada por la posibilidad de ser deportada por cuarta vez. Sin embargo, no lograron convencer al jurado, que la declaró culpable de los cargos.
El juez federal de distrito, David Morales, presidió este juicio y fijó la audiencia de sentencia para el 28 de septiembre, a casi tres meses de la fecha actual. El acta condenatoria indica que la cubana enfrenta hasta ocho años de prisión y una posible multa máxima de 250.000 dólares.
“Ella ha estado y continuará bajo custodia mientras espera esa audiencia”, destaca el documento federal, que menciona que el FBI llevó a cabo la investigación, y que los fiscales federales adjuntos Yifei Zheng y Dennis Robinson están a cargo del caso.
Quedan algunas interrogantes sobre la detención de Ordaz-Echevarría: en qué circunstancias específicas le pidieron la identificación, hacia dónde se dirigía, cuál fue el motivo de la solicitud de identificación, y si estaba pasando por el paso fronterizo (como parece sugerir la información). Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta que los hechos ocurrieron en el estado de Texas, en la frontera sur de Estados Unidos.
El puesto de control “Javier Vega”, donde fue llevada la cubana, fue nombrado así en honor al Agente de la Patrulla Fronteriza Javier Vega, Jr., quien fue asesinado el 3 de agosto de 2014 en Raymondville, Texas, mientras protegía a su familia de dos ladrones armados, sospechosos de tener vínculos con el crimen organizado transnacional. Posteriormente, la muerte del Agente Vega fue clasificada como una fatalidad en el cumplimiento del deber, ya que estaba respondiendo a una violación de la ley en el momento de su fallecimiento. Este puesto está ubicado en Sarita, un lugar que, según el censo de 2010, pertenece al condado de Kenedy, Texas, y tenía una población de solo 238 habitantes en ese momento.
Los incidentes con migrantes de diversos países latinoamericanos son comunes en estos puntos de control fronterizo (checkpoint). Otro caso notable es el de Falfurrias, conocido como “la segunda frontera” entre México y Estados Unidos, siendo más peligrosa que la frontera real.
