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La ciudad mexicana de Tapachula, ubicada en la frontera con Guatemala, ha sido apodada por diversos medios de comunicación como “la ciudad cárcel”. La razón es tanto triste como sencilla: durante años, este municipio mexicano ha albergado a miles de inmigrantes latinoamericanos que esperan regularizar su situación migratoria. A los rostros de Guatemala, Honduras y Nicaragua se suman, en aumento, los de los cubanos.
En las últimas semanas, han tenido lugar una serie de protestas por parte de migrantes de distintas nacionalidades que han exigido a las autoridades migratorias mayor celeridad en los trámites, clamando: “Queremos visas”.
Para muchos cubanos, sus “carceleros” se encuentran en el centro de detención Siglo XXI. En este lugar, no solo es la espera lo que atormenta, sino también la posibilidad de que las autoridades migratorias o personas relacionadas con los trámites exijan más dinero del estipulado para que puedan salir con los documentos en orden.
Recientemente, una de las oficinas de migración de la ciudad suspendió sus operaciones hasta nuevo aviso, tras una irrupción violenta por parte de los migrantes, según comunicó el Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano.
Varios medios de comunicación destacaron entre los manifestantes a un número significativo de cubanos. Además, varios activistas informaron que en el estado mexicano habían alrededor de 4,000 personas con intención de migrar, las cuales se encontraban en situaciones muy precarias.
Funcionarios también anunciaron que se entregaron más de 500 visas en un solo día. Sin embargo, las autoridades mexicanas no han reportado cifras ni operaciones de este tipo por medios oficiales. Asimismo, se dio a conocer que algunos funcionarios estarían siendo investigados por malas prácticas en el lugar.
El abogado José Luis Pérez Jiménez explicó a la agencia EFE que Tapachula se ha convertido en una “auténtica megaprisión preventiva oficiosa” que alberga a miles de migrantes varados ante la lentitud de los trámites del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
Irineo Mujica, director de Pueblos Unidos Migrantes (PUM), también mencionó a la agencia que mantener a los migrantes en Tapachula ha transformado la ciudad en una “cárcel con carceleros que persiguen a las personas”.
Otras instituciones internacionales han publicado informes detallados sobre la situación. Por ejemplo, el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) señaló: “En 2021, presenciamos desplazamientos internos, migraciones forzadas, vimos una continuidad en las desapariciones, y también cómo la violencia afectó el acceso de comunidades a la salud y a la educación”, destacó Jordi Raich, jefe de la Delegación Regional del CICR para México y América Central.
Los datos del Instituto Nacional de Migración (INM) indican “un aumento del 41% en el número de personas migrantes detenidas, pasando de 182,940 en 2019 a 307,679 en 2021. Según un informe del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos, en los primeros cinco meses del año fiscal 2022, que comenzó en octubre, han cruzado los puntos fronterizos un total de 47,431 emigrantes cubanos.