Foto: RRSS
La organización Holabird Western Americana Collections llevó a cabo la subasta de 37 puros cubanos que habían sido rescatados de un barco hundido en 1857.
Estos puros fueron recuperados en 1991, después de haber estado en el fondo del mar durante 134 años, desde que el SS Central America, conocido como el “Barco de Oro,” naufragó a causa de un fuerte huracán que dejó más de 400 víctimas, según informó la publicación Interesting Engineering.
Fred Holabird, presidente de Holabird Western Americana Collections, destacó que los envoltorios se conservan en excelentes condiciones, como se evidenció en la subasta llevada a cabo los días 4 y 5 de marzo, en la que también se incluyeron otros artefactos recuperados del barco.
El científico Bob Evans, quien participó en las misiones de recuperación, relató a la misma publicación que los baúles de los pasajeros encontrados en los escombros alrededor del sitio del naufragio no estaban rotos ni abiertos.
“Aunque no son completamente impermeables, las cubiertas de cuero de los baúles limitan la circulación del agua. Poco después del hundimiento, se agotó todo el oxígeno, prevaleciendo condiciones anaeróbicas durante la mayor parte de los más de 130 años hasta la recuperación de dos baúles,” explicó Evans. Uno de ellos pertenecía al pasajero John Dement.
El científico también mencionó que al abrir el baúl de Dement, “encontramos unas pocas docenas de cigarros que habían sido colocados sobre la ropa y otros objetos. Empapados y flácidos, los cigarros fueron cuidadosamente depositados en una pantalla de fibra de vidrio y liofilizados lentamente durante los meses siguientes para su preservación.”
En el momento del naufragio, el SS Central America transportaba alrededor de 575 pasajeros y dos millones de dólares en oro. El hundimiento ocurrió frente a la costa del estado estadounidense de Carolina del Sur, resultando en la muerte de aproximadamente 425 pasajeros, incluido el capitán, mientras que alrededor de 150 personas se salvaron gracias a las operaciones de rescate.
De acuerdo con Interesting Engineering, no fue hasta 1985 que se formó el grupo Columbus-America Discovery para la recuperación del oro, al considerarse una propuesta económicamente viable. Este grupo logró recuperar únicamente una tonelada de monedas y lingotes de oro de los restos del naufragio.