Foto: Cadena Agramonte
Las intensas lluvias en el centro y este de Cuba han dejado un saldo de seis fallecidos, además de significativos daños materiales, según lo reportado por el gobierno de la isla.
El medio estatal Cubadebate proporcionó detalles sobre el impacto material generado por esta situación meteorológica, que afectó principalmente a las provincias de Sancti Spíritus, Camagüey, Granma, Holguín, Las Tunas y Santiago de Cuba.
Respecto a las víctimas fatales, el informe indica que, de las seis muertes, dos son de Granma, dos de Camagüey, una de Las Tunas y una de Santiago de Cuba.
En una publicación posterior, el medio reveló las identidades de las víctimas en Camagüey. Una de ellas es José Vásquez Olivar, de 56 años, residente en la localidad de Senado, en Minas, quien murió por ahogamiento, y su cuerpo fue hallado en la presa Máximo.
El segundo fallecido en esa provincia oriental es Ramón Varona Leyva, de 67 años, residente en el poblado de Haití, municipio de Santa Cruz del Sur. Las causas de su muerte aún están bajo investigación.
Luego, se continuó informando sobre los daños materiales, destacando a Granma como la provincia más afectada, con más de 9,000 personas perjudicadas, 145 viviendas y 118 “facilidades temporales” devastadas.
Los municipios más impactados en este territorio incluyen Jiguaní, Yara, Manzanillo, Media Luna y Niquero. Además, 105 comunidades quedaron aisladas, 91 debido a la crecida de los ríos y 14 por deslizamientos de tierra.
En Camagüey, los daños reportados incluyen 550 viviendas, 860 hectáreas de cultivos y 4,503 de caña, además de casi 90 kilómetros de carreteras dañadas.
En Las Tunas, se mencionó que más de 1,500 evacuados ya han podido regresar a sus hogares. En total, el temporal inundó 76 comunidades, afectando casi un centenar de viviendas con daños totales o parciales, y se perdieron 1,175 hectáreas de cultivos.
En Holguín, aunque no se lamentaron pérdidas de vidas, más de 1,000 personas fueron evacuadas, de las cuales 200 aún permanecen albergadas. Asimismo, casi 1,000 hectáreas y más de 200 viviendas sufrió daños.
Finalmente, en Santiago de Cuba se evacuaron a 1,700 personas, de las cuales 35 continúan en esta situación. Además, 40 asentamientos quedaron incomunicados y se perdieron 2,676 hectáreas de cultivos.
Según el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, “hubo lugares donde la inundación alcanzó niveles no vistos en los últimos 30 años e incluso en muchos sitios, sus habitantes aseguran que es la primera vez que el agua llega a esas alturas, especialmente tras una sequía extrema.”
El mandatario también informó que recibió la disposición de Venezuela para apoyar en la recuperación, así como del sistema de organizaciones de Naciones Unidas que operan en Cuba.
Además, orientó facilitar los números de cuentas bancarias y otras gestiones para aquellas personas e instituciones en el extranjero que han expresado su apoyo, “así como promover las donaciones de la población, lideradas por las organizaciones de masas.”