Foto: Cuba Noticias 360
Tras las conversaciones mantenidas entre Washington y La Habana, el gobierno de Cuba ha decidido aceptar nuevamente los vuelos de devolución de inmigrantes con orden final de deportación desde Estados Unidos.
Carlos Fernández de Cossio, viceministro cubano de Relaciones Exteriores, mencionó en una entrevista con la agencia AP que se espera reanudar los vuelos antes del 11 de mayo.
Es importante recordar que esta fecha fue acordada por Estados Unidos para finalizar las restricciones sobre el asilo vinculadas a la pandemia de COVID-19, lo que incrementaría el número de personas que buscan ingresar al país desde México.
No se ha publicado un acuerdo sobre la frecuencia de los vuelos, la cual estará sujeta a la capacidad de ambos países. Antes de la pandemia, se realizaban dos vuelos mensuales, así que no debería haber razones para alterar esa cifra.
El diplomático calificó como «fructífera» la ronda de conversaciones migratorias que llevaron a cabo delegaciones de ambos países en Washington.
En diciembre de 2020, el gobierno cubano suspendió las devoluciones de cubanos con orden final de deportación en vuelos oficiales de Estados Unidos, un proceso que se venía realizando hasta ese momento en vuelos gestionados o fletados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Continúa siendo incierto si se enviarán de vuelta a la Isla los inmigrantes detenidos y declarados deportables por no haber sido aceptadas sus solicitudes de asilo (formulario I-220B), o si también se incluirán cubanos considerados inelegibles por haber cumplido condenas por delitos graves en Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses reportan que hay 43,000 cubanos con orden final de deportación.
Aunque los acuerdos de deportación de cubanos se reajustaron en 2017 durante la presidencia de Barack Obama, quedaron prácticamente suspendidos durante la administración de Joe Biden.
Durante el gobierno de Donald Trump, Estados Unidos repatrió a cerca de 3,385 inelegibles, estableciendo un récord de deportaciones.
Desde noviembre, ambos países habían planificado cinco vuelos de deportación, pero estos fueron cancelados «por distintas razones operativas», según afirmó Fernández de Cossio.
