Texto: Mónica Fernández
El Ministerio de Finanzas y Precios ha autorizado, a través de la Resolución 223/2021 del 18 de junio, la exención del pago del Impuesto sobre Utilidades por un período de 8 años para las empresas de capital 100% extranjero que implementan proyectos de generación de electricidad a partir de fuentes renovables. Esta medida tiene un carácter retroactivo, aplicándose desde el inicio de las operaciones comerciales de dichos inversores en Cuba. Además, se aprobó un segundo beneficio que exonera a estas empresas del pago de aranceles de aduana para la importación de maquinarias, equipos y otros materiales necesarios para el proceso de inversión.
Según el Decreto-Ley 345/2019, las fuentes renovables de energía incluyen la biomasa, tanto cañera como no cañera, así como la energía solar, eólica, residuos para la producción de biogás y recursos hidroeléctricos. Los artículos 9 y 10 de este marco legal contemplan la posibilidad de ofrecer beneficios fiscales y arancelarios a los inversores en estos sectores.
La exención del pago del Impuesto sobre Utilidades se ha utilizado en años recientes para proyectos que son considerados de alta prioridad para el país. Por ejemplo, la Resolución 1097/2015 otorgó este beneficio durante diez años a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, mientras que la Resolución 434/2019 exime a la sociedad mercantil Centro Internacional de La Habana S.A., así como a las empresas tecnológicas de las universidades «Marta Abreu» de Las Villas y la CUJAE en La Habana, durante un período de cinco años.
Cuba ha declarado en varias ocasiones que para el año 2030 espera generar hasta un 37% de la energía que demanda el país a partir de fuentes renovables. No obstante, este objetivo parece inalcanzable. Según la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera en Cuba para el periodo 2020-2021, se proyecta instalar 19 bioléctricas, 13 parques eólicos y 74 pequeñas centrales hidroeléctricas. No obstante, poco se ha dicho sobre el rendimiento de la primera bioléctrica del país, ubicada en el Central Ciro Redondo, que fue una de las grandes apuestas de Cuba en energías renovables, respaldada por una considerable inversión china. Es razonable suponer que no ha cumplido las expectativas, dado que la materia prima necesaria, el bagazo de caña, escaseó durante la campaña azucarera 2020-2021, marcando un récord de producción baja en la historia del país.
Por el momento, el sector de energía fotovoltaica se presenta como el más estable dentro de las energías renovables en Cuba, y la Cartera de Oportunidades ofrece hasta siete proyectos de inversión con capital 100% extranjero. Según informes de marzo de este año, en Cuba se han instalado 227 MW en sistemas fotovoltaicos conectados a la red eléctrica, de los cuales 215 MW están en 72 parques sincronizados al sistema eléctrico y 12 MW en techos y áreas de las entidades. Las provincias que han mostrado mayores avances son Artemisa, Granma, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Pinar del Río. En 2020, Cuba sumó cinco parques fotovoltaicos con una potencia total de 60,3 MW de energía eléctrica, tres de los cuales están en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. La inversión actual, que supera los 250 millones de dólares, representa solamente el 2.37% del total de energía que consume el país en un día.
Inicio de operaciones en Cuba a comienzos de este año, la empresa Deltro Group, de Barbados, ha comenzado a desarrollar, construir, instalar, operar y comercializar energía eléctrica a partir de parques solares fotovoltaicos. Además, la mayor inversión en energía eólica en el país se concentra en los parques La Herradura 1 (LH-1) y La Herradura 2 (LH-2) en Las Tunas, que cuentan con un total de 54 aerogeneradores.
Es interesante notar que, aunque Cuba ha decidido eliminar los aranceles de aduana para que las empresas extranjeras puedan importar equipamiento, no ocurre lo mismo con las importaciones de carácter personal. Funcionarios de la Unión Eléctrica y de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía comentaron en un texto de Cubadebate que, aunque los sistemas fotovoltaicos no están en la lista de artículos permitidos publicada por la Aduana de Cuba, sí es posible que personas naturales los importen de acuerdo con el Decreto-Ley 345/2019. Sin embargo, a pesar de estos comentarios de marzo, aún no se ha divulgado la norma legal que eximiría a los ciudadanos cubanos de pagar aranceles por este tipo de equipos.