Foto: Shutterstock
Texto: Hugo León
Este próximo domingo 2 de julio podría convertirse en una fecha memorable, ya que se intentará elaborar la pizza más grande de Cuba, gracias a la colaboración de varios negocios privados del oriente del país.
En Santiago de Cuba, el equipo del Bar Cafetería M’ka encabeza esta iniciativa, que también contará con la participación de otros establecimientos como Conta’s Empanadas, Sandwich Caffe, Club Led, Cafetazo, Sandwichazo, Bar Millenium, Panadería Fénix y más, llegando a un total de 12 negocios.
M’ka se encuentra en la emblemática Enramada, una de las principales avenidas de Santiago, y será en este ambiente donde se desarrollará esta ambiciosa actividad.
El «Pizzatonazo 2023» tiene como objetivo celebrar el inicio oficial del verano y el Festival del Caribe, conocido también como la Fiesta del Fuego, una celebración muy popular en Santiago de Cuba.
Según Katiuska Ramos Moreira, comunicadora del M’ka, uno de los propósitos de este evento es promover la cultura culinaria italiana en Santiago de Cuba.
La Oficina Territorial de Normalización (OTN) se encargará de verificar el cumplimiento de las normas de calidad e inocuidad establecidas, y también estará presente Ángel Escamif, el representante de la Asociación Culinaria de la República de Cuba en esta provincia.
Como parte del Pizzatonazo, se llevará a cabo un concurso para elegir a las cuatro personas que degustarán la pizza más grande de Cuba en un tiempo récord.
Además, se otorgarán varios premios, cortesía de los emprendimientos que participan en la iniciativa.
La pizza es un alimento muy apreciado en todas las provincias del país, y las cafeterías cubanas tienen un estilo particular de elaborarla, que aunque se asemeja a la versión italiana, es notablemente más robusta. Este platillo tiene seguidores en todo el mundo, tanto que cubanos emigrados han abierto exitosas pizzerías con este estilo en sus nuevos países.
Es interesante resaltar que la propuesta de hacer la pizza más grande de Cuba ocurre en un momento en que el país enfrenta una crisis en la disponibilidad de harina y otros productos, lo cual ha impactado la distribución de pan y otros insumos en la isla.