Foto: Roy Leyra | CN360
Una de las antiguas mansiones del Vedado ha sido recientemente restaurada, lo que ha suscitado varias interrogantes entre los habaneros sobre su propósito y la calidad de dicha rehabilitación.
En el grupo de Facebook “El Vedado de hoy”, el usuario Pedro Leon Briñoles compartió una imagen de la casona ubicada en la intersección de las calles 17 y 6, “recién reparada y pintada”.
Los habitantes de la capital cubana son bien conocedores de esta edificación, situada justo enfrente del Parque John Lennon y al lado del popular centro cultural El Submarino Amarillo.
A lo largo de los años, la casa ha sido uno de los conocidos “solares” presentes en La Habana, típicas construcciones donde los residentes han dividido todos sus espacios originales para crear nuevas viviendas, generalmente de dimensiones bastante reducidas.
Al hacerse pública la imagen, las primeras reacciones de los internautas fueron preguntarse acerca del motivo detrás de la reparación, considerando el deterioro que suele presentar este tipo de edificaciones en la actualidad.
“¿A quién se la van a dar?”, fue una de las primeras dudas expresadas en los comentarios. Los más escépticos aseguran que la reparación, aunque limitada y cuestionable, debe tener un propósito para el gobierno cubano: “transformarla en un centro estatal o asignarla a algún directivo”.
Uno de los comentarios provino de Osiry Castañeda, quien opinó que la reparación quedó bastante bien “porque hasta hace poco eso estaba a punto de desmoronarse, pero como allí vive una ciudadana que trabaja en planificación física no me sorprende que lo reparen”, argumentó.
Castañeda añadió: “sin embargo, yo vivo en la esquina de Planificación Física y mi casa, que es de los años 40, se deteriora cada día más, así que saquen sus conclusiones, como dice la canción, a dónde vamos a parar”.
Ivonne Diaz corroboró el comentario de Castañeda, agregando que “hay que ser parte de la camarilla para que tomen acción. Con más de 40 dictámenes de vivienda, otros 30 de planificación y 20 inspecciones, aún no resuelven el problema de la casa de línea. A ver por qué no realizan un trabajo de restauración y reparación similar, o al menos, por qué no ofrecen viviendas”.
Respecto a la mala calidad de la restauración y el mal gusto de los colores seleccionados para la pintura exterior, el internauta Elio Bringuezú comentó que “tiene los colores de un centro estatal ‘arregladito’”. Asimismo, Pedro Javier Fernández sugirió que “deben revisar la calidad de las reparaciones, ya que no se observan bien acabadas en muchos de esos edificios, solo es pintura superficial”.
Javier Saez también compartió su opinión: “qué horror, sigue siendo un solar coloreado” y continuó relatando sobre los antiguos propietarios de la mansión en la Cuba anterior a 1959.
“Los Pérez Medina, sus dueños originales, se morirían nuevamente si vieran su casa. Se marcharon en 1960 y en 1963 empezó a habitarla gente, convirtiéndose en un solar en el que supuestamente permaneció una criada de toda la vida”, narró Saez.
Es bien conocida la historia de algunos “solares” en Cuba, especialmente en la zona del Vedado, donde los propietarios de estos grandes palacetes abandonaron la isla tras el Triunfo de la Revolución, dejando sus hogares en manos de empleados, algunos con la esperanza de regresar en algún momento para recuperar sus bienes.
Tras la restauración, podría existir también el interés de alguno de los propietarios por vender su vivienda, tal como se puede observar en el cartel que cuelga actualmente de una de sus ventanas. En tiempos recientes, además de aumentar la venta de casas —la mayoría para facilitar la salida del país de sus habitantes— es común que quienes estén interesados en vender tengan que afrontar los gastos de reparación de toda la edificación o, en última instancia, “darle un toque de color” a su fachada.