Foto: Periódico 5 de septiembre
Cementos Cienfuegos S.A., la principal fábrica de cemento en Cuba, ha reanudado sus operaciones tras cuatro meses de inactividad debido a la falta de PETCOKE, un combustible esencial para el funcionamiento de la planta.
Esta pausa ha provocado escasez de este material en el mercado nacional y ha impedido la exportación de alrededor de 100 mil toneladas de Clinker, un producto granulado obtenido a partir de la calcinación de caliza y arcilla, utilizado en la fabricación de cemento.
Con el regreso a las actividades, la meta de esta empresa mixta es contribuir, durante lo que resta de 2021, con 560 mil toneladas del producto.
Dicha cantidad representa casi el 60 % de la producción total planificada para Cuba en este año.
Además, según los directivos de la planta, el Clinker que no fue exportado se transformó en cemento para su venta en tiendas de MLC desde finales de mayo, con el objetivo de «equilibrar el mercado» y atender también el segmento de MN.
“Tenemos planeado llegar a la Cadena de Tiendas Caribe en sus dos modalidades: MLC y CUP”, afirmó Benito López, gerente de despacho.
Entonces… ¿se resolverá la crisis del cemento? Sin caer en el pesimismo, podría ser que aún no.
El gerente de producción de la fábrica, Ernesto Gálvez, indicó que este cemento será distribuido en función de las prioridades del país.
Estas prioridades incluyen el Programa Nacional de la Vivienda, la construcción de sistemas de trasvases hidráulicos, la edificación de futuras fábricas de cemento en Nuevitas y Santiago de Cuba, así como inversiones en el sector turístico.
La venta al público en general deberá esperar hasta que se garanticen estos proyectos estatales, lo que podría tardar algunos meses.
Aunque algunas tiendas MLC, como Cuatro Caminos en La Habana, tienen un suministro regular del producto, la oferta sigue siendo insuficiente y no se ha reportado un alivio para quienes lo necesitan. Muchos deben recurrir al mercado negro, donde una bolsa doble supera los 1,200 pesos cubanos.