Imágenes: Roy Leyra | CN360
Autor: Hugo León
El Parque Deportivo José Martí, una de las instalaciones más emblemáticas y céntricas de la capital, está siendo sometido a trabajos de restauración tras haber permanecido en condiciones deficientes durante décadas, enfrentando efectos del salitre y el paso del tiempo sin intervención.
Diversas publicaciones en redes sociales por parte de transeúntes y vecinos del área han documentado la elevación de andamios alrededor del graderío principal, donde se están llevando a cabo labores de retoque y pintura en las paredes del recinto deportivo.
Los internautas que compartieron las imágenes manifestaron su asombro ante la buena noticia y su esperanza de que las obras se realicen con calidad, devolviendo el esplendor a la instalación.
“Hoy, mientras caminaba por El Vedado, me sorprendió gratamente ver que estamos recuperando algo que nunca debió llegar al estado de deterioro en que se encontraba. No soy experto, pero creo que se está haciendo un buen trabajo de restauración. ¡Enhorabuena para Vedado y La Habana en general!”, comentó el internauta Gonzalo Morán en el grupo de Facebook “Fotos de La Habana”, donde se publican a diario imágenes y noticias de la ciudad.
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Foto: RRSS -
Foto: RRSS
Varios lectores respondieron a la publicación, coincidiendo en que solo el tiempo dirá cuán efectivas serán las obras, pero algo es seguro: ya era tiempo de hacer estas reparaciones después de tantos años de abandono.
Por otro lado, algunos expresaron su inquietud, observando que a simple vista parece un “maquillaje”, sin el tratamiento necesario para el salitre ni reparaciones profundas que realmente reconstruyan las estructuras, las cuales fueron catalogadas como “en peligro de derrumbe” hace años.
Cuba Noticias 360 se acercó al lugar y confirmó la realización de trabajos de reparación, donde al menos una brigada está laborando, aunque sin el uso de hormigoneras u otros equipos especializados, según lo que se pudo observar.
A pesar de la confusión con respecto a la fecha de construcción del parque deportivo, ya que algunos creen que fue creado para los Panamericanos de 1991 en La Habana, en realidad el “estadio José Martí”, como también es conocido, fue inaugurado en la década de 1940 y remodelado en los años 60.
Reparaciones previas e intentos fallidos
Lo ocurrido en 1991 fue una reparación del complejo deportivo para los mencionados Panamericanos, enfocándose en las competencias de balonmano. Desde entonces, sus funciones han disminuido, y el estadio ha ido sufriendo un deterioro progresivo.
En el año 2000, una evaluación técnica de la dirección de Higiene y Epidemiología de Salud Pública de la capital, en colaboración con la dirección de Construcción, determinó el cierre de la instalación debido al riesgo de derrumbe en varias áreas de las gradas y su mal estado general.
No obstante, esto no detuvo a miles de personas que continuaron utilizando el lugar, desde jóvenes que jugaban baloncesto y beisbol, hasta familias de los alrededores que pasaban las tardes de los fines de semana allí.
En 2001, se planificó la recuperación del lugar por etapas. Inicialmente, se trabajaría en las piscinas de 50 metros, 30 metros y el tanque de clavados, además de la reparación de la cubierta de las gradas y las oficinas administrativas. Posteriormente, se abordaría el resto de la instalación, la cual requería un mayor financiamiento.
Sin embargo, las buenas intenciones de aquel momento se quedaron solo en eso. Dieciséis años después, en 2017, se retomaron las obras en el José Martí, comenzando por las cercas perimetrales, y luego se planificó devolver la belleza y funcionalidad al espacio.
Los Servicios Especializados de la Construcción (Secons) fueron encargados de demoler las gradas, mientras que la constructora Caribe se encargaría de pavimentar el terreno para la reposición total de la pista de atletismo y su tanque de saltos, así como la construcción de un nuevo graderío.
Iban a construir una nueva cafetería, vestidores para atletas y baños, y se esperaba que todo estuviera listo para 2018. Sin embargo, los avances fueron escasos, y para 2019, el año del 500 aniversario de La Habana, el parque deportivo solo recibió un discreto maquillaje.
A pesar de todo esto, la gente siguió accediendo al lugar para practicar deportes; de hecho, equipos de fútbol y otras disciplinas entrenaron allí. Se convirtió también en un sitio muy fotografiado en la capital, especialmente por turistas, quienes se sorprendían por la belleza y la destrucción que coexisten en el área, simbolizando la realidad actual de La Habana.