Foto: Roy Leyra
En agosto, se reanudará en la capital cubana la venta regulada de cigarrillos Criollos y Popular, correspondiente al mes de julio que concluyó. Esta actividad se realizará nuevamente a través de la red de bodegas de la ciudad.
De acuerdo con lo publicado por el periódico provincial estatal Tribuna de La Habana, durante una reunión del Grupo Temporal de Trabajo para enfrentar la COVID-19, se dieron a conocer estos detalles. En ese encuentro, se precisó que se habían solucionado los problemas productivos que habían limitado la distribución de los cigarrillos.
Ricardo Montero Lazo, director de la Empresa Comercializadora de Tabaco en Rama, informó que en agosto se entregarán a cada consumidor mayor de 18 años un total de seis cajetillas de Criollos y dos de Popular.
En el artículo de Tribuna, varios usuarios expresaron su descontento sobre la distribución y la escasez de cigarrillos. Uno de los internautas afirmó: “En la Víbora aún no han llegado ni las populares de junio. Así que los cigarros de julio y agosto, a ese paso, llegarán en diciembre”, siendo respaldado por otros que se quejaban de situaciones similares.
A pesar de que la escasez de cigarrillos ha sido un tema recurrente en los medios estatales e independientes desde antes de implementar la Tarea Ordenamiento, una supuesta falta de materia prima ha puesto de nuevo en el punto de mira a este producto, afectando la venta regulada en todo el país.
Los consumidores critican al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) por la mala gestión en la distribución de los cigarrillos. Mientras tanto, las autoridades de esa entidad estatal indicaron en junio que la entrega de 24 millones de cajetillas menos por parte del Grupo Tabacuba cada mes ha ocasionado las dificultades en la distribución, además de atribuirlo a un aumento en la demanda.
En una reunión con la prensa a finales del mes pasado, Betsy Díaz Velázquez, titular del MINCIN, explicó que, aunque el cigarro no forma parte de la canasta familiar normada, el déficit de 24 millones de cajetillas frente a una demanda de 37 millones requirió controlar su venta liberada.
Aunque el cubano, incluso aquellos que no fuman, ha considerado adquirir las cajetillas de cigarrillos a través de la libreta de abastecimiento: “No somos fumadores, pero mi mamá compró los cigarros en la bodega. Fueron 16 cajetillas y 8 tabacos en total, ya que somos cuatro en la familia. Ahora los vendemos a 50 pesos los Criollos y a 10 el tabaco, un buen precio considerando que en la calle cuestan mucho más; he visto las cajas a 100. Solo hay que calcular la ganancia”, comentó una fuente a Cuba Noticias 360.
El aumento de precios impacta a los consumidores cubanos de cigarrillos, ya que en el mercado negro alcanzan cifras sorprendentes y mantienen un crecimiento sostenido, impulsado por la incapacidad del gobierno cubano de garantizar el cumplimiento total de la demanda.
