Foto: Jorge Luis Borges Liranza
Según lo mencionado por Manuel Marrero, el primer ministro de Cuba, se implementará una opción para que aquellas personas que no cuentan con libreta de abastecimiento en su lugar de residencia puedan acceder a los productos de la canasta básica.
En su intervención en la televisión nacional este miércoles, durante la Mesa Redonda, el funcionario indicó que esto busca facilitar que las personas puedan elegir donde deseen vivir, pero que se realice «de manera organizada».
En el país, hay quienes se han establecido en diferentes provincias sin tener una dirección legal, lo que significa que no disponen de libreta de abastecimiento y, por ende, no pueden acceder a los productos que se regulan a través de ella. Esta situación se complica aún más con la crisis provocada por la pandemia.
Marrero señaló que están trabajando para actualizar las normativas relacionadas con este tema y que, por parte de los gobiernos y el sistema de comercio exterior, se decidió implementar un mecanismo provisional que facilitará el acceso de estas personas a esos productos en su lugar de residencia actual.
Informó que este fenómeno ocurre principalmente en La Habana, aunque también se presenta en otros lugares. En total, cerca de 300 mil personas se encuentran en esta situación.
El proceso consistirá en localizar a las personas para verificar dónde están registradas, realizar la cancelación en esa ubicación y, finalmente, permitirles recibir los productos donde actualmente residen.
Afirmó que no se trata de otorgar una libreta de forma oficial, y que se abordará este tema con mayor profundidad la próxima semana en alguna emisión del mismo programa televisivo.
Con el inicio de la Tarea Ordenamiento, el precio de la canasta básica en Cuba ha cambiado significativamente, alcanzando ahora los 1528 pesos cubanos, según el Ministerio de Finanzas y Precios.
Se implementó el ordenamiento monetario, y el gobierno ha mantenido la venta de productos alimenticios normados y dietas médicas a través de la libreta de abastecimiento.
De este modo, se regula la venta de arroz, granos, aceite, azúcar refinada y cruda, sal, pastas alimenticias, fideos, pollo, jamonada, picadillo texturizado de soya, huevos y café para los consumidores mayores de siete años. Muchas familias cubanas dependen de esta canasta básica para su subsistencia.
