Un grupo de más de diez organizaciones y medios de comunicación estatales de Cuba están por iniciar un experimento en sus procesos de gestión editorial y económica, el cual incluye la introducción de publicidad remunerada.
Así lo anunció el periódico Escambray, que junto a su homólogo Radio Sancti Spíritus será uno de los 14 participantes en esta nueva iniciativa del gobierno cubano.
“Es una posibilidad real que Escambray, más temprano que tarde, se abra a la publicidad o que incorpore, dentro de su oferta de negocios, la creación de campañas, estrategias y planes de comunicación para personas jurídicas o naturales”, destacó el mencionado medio estatal.
Sobre Radio Sancti Spíritus se amplió que “dispondrá de un aula climatizada y equipamiento tecnológico, además de uno de sus estudios de grabación” para sus futuros clientes.
Según el comunicado publicado, el experimento contribuirá directamente a la creación de un nuevo modelo de prensa pública, “enfocado a las condiciones del socialismo a la manera cubana”.
En cuanto a la gestión económica, esta transformación implicará la elaboración de una cartera de oportunidades que ofrecerá “una serie de bienes y servicios a entidades estatales y privadas, así como a la ciudadanía”.
Más adelante, el reporte establece que en el ámbito estratégico “esta política busca enterrar -tanto en su letra como en su espíritu- el modelo verticalista, unidireccional y obsoleto de los medios de comunicación masiva”.
Por otro lado, en el plano práctico, se liberará “la publicidad y el patrocinio, estableciendo tres modalidades para el sustento económico: el presupuesto estatal, unidades presupuestadas con tratamiento especial y empresas de comunicación”.
La iniciativa es parte de la aparente priorización que el gobierno ha otorgado a la comunicación social mediante el proyecto de Ley de Comunicación Social, “que lleva la herencia de la Política de Comunicación Social y, por ende, respalda la posibilidad de que nuestros medios implementen diferentes esquemas de gestión económica, cuyas primeras conclusiones surgirán de la implementación del mencionado experimento”, añade Escambray.
Este medio puntualiza que esta actividad, “lógicamente bajo regulaciones”, es también parte de la actualización del modelo económico cubano, “que urgentemente demanda un nuevo modelo de prensa pública para este socialismo a la cubana”.
Entre los retos que enfrentan los medios estatales ante este experimento está “uno de los mayores desafíos: enfrentarse a un mercado de bienes y servicios, poco explorado previamente por la mayoría de los medios cubanos. Esto requerirá, de hecho, la actualización de los códigos deontológicos”.
Asimismo, destacan como otro gran reto “la recuperación de la credibilidad de nuestro sistema de medios públicos, afectada principalmente porque las audiencias han tenido acceso a múltiples canales comunicativos informales, vinculados a las tecnologías de la información”.
Finalmente, el reporte confirmó que este proceso es un preludio al XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), convocado para el próximo mes de julio, donde además de implementar nuevos modelos de gestión editorial y económica, se busca “elevar la credibilidad de nuestro periodismo y la autoridad social de los medios”.