Foto: Manuel Larrañaga
El gobierno cubano ha detenido los procesos de jubilación debido a la grave crisis sanitaria que atraviesa el país y el aumento de los casos de coronavirus. Actualmente, estos trámites solo se realizan por fallecimiento.
Esta decisión ha afectado a quienes planeaban jubilarse en estos meses, obligándolos a seguir trabajando en medio del más alto pico de contagios de COVID-19 en la isla. De no hacerlo, se verían forzados a optar por licencia o certificado, según corresponda.
La medida, que se implementó el 1 de julio tras declarar por primera vez desde el inicio de la pandemia la fase de transmisión comunitaria, impacta significativamente a individuos que, debido a diversas afecciones y cumpliendo los requisitos, habían decidido acogerse a esta ley laboral. Esto podría acarrear, además, consecuencias negativas en el monto de su jubilación.
Los cubanos cuyas solicitudes de jubilación están ahora paralizadas se acojerían al antiguo cálculo de pensiones y subsidios de la Seguridad Social, que se basaba en los cinco mejores años de salario. Sin embargo, si la suspensión se extiende hasta diciembre, se aplicaría el nuevo procedimiento de pensiones por edad, informado tras el proceso de ordenamiento monetario, en el que se considera el salario devengado en los doce meses anteriores a la solicitud de pensión.
A menos que se comunique oficialmente nueva información sobre este asunto, quienes, al no poder jubilarse, opten por no regresar a sus empleos por miedo al contagio o por otros motivos, verían afectado directamente el monto de su pensión.
Como resultado de esta nueva fase de transmisión de la enfermedad, el gobierno ha implementado otras medidas relacionadas con el ámbito laboral, incluyendo el pago del salario promedio a trabajadores que se ausenten para recibir la vacuna contra el coronavirus, y el pago equivalente al 50% del salario promedio a quienes sean trasladados a centros de aislamiento.
Asimismo, se mantendrá el subsidio por enfermedad para los trabajadores que contraigan COVID-19, y se ha suspendido la emisión de nuevas autorizaciones para el trabajo por cuenta propia.
El país enfrenta el mayor brote de contagios de coronavirus, con más de 6000 casos diarios reportados. También ha aumentado el número de muertes por una enfermedad que ataca especialmente a personas mayores, aunque en los últimos meses ha crecido el informe de jóvenes fallecidos.
Cuba es uno de los países más envejecidos de América Latina y se espera que para 2050 esté entre las 11 naciones con mayor población longeva del mundo.
Un alto porcentaje de cubanos se encuentra cercano a la edad de jubilación, un grupo poblacional que es actualmente uno de los más vulnerables ante la pandemia de COVID-19.
