Foto: Jorge Luis Borges
La carne de cerdo en Cuba es un tema delicado, especialmente en la actualidad, cuando su disponibilidad es casi nula y, cuando se encuentra, su precio puede ser sorprendentemente alto. La complicación de este asunto trasciende al consumidor: para los productores, también representa un desafío cada vez mayor.
Recientemente, un debate sobre este tema en un grupo de Facebook encendió las alarmas sobre su situación actual y la disyuntiva en la que se encuentran.
Duniel Carmona, quien se presentó como productor porcino, comenzó reflexionando sobre el costo de los diversos insumos y la moneda en la que deben ser adquiridos.
Manifestó su preocupación por el creciente valor del dólar en el mercado informal, y aunque el Estado establece el tipo de cambio a 24 pesos, “no tiene para venderlo y eso es comprensible”.
“Se toman como medida la dolarización de materias primas como el pienso animal, fertilizantes y otros implementos imprescindibles. Los productores nos vemos obligados a buscar el dólar en el mercado negro para poder adquirir lo que necesitamos, y su escasez ha encarecido su precio, llegando a estar a 65 CUP e incluso hasta 70 CUP”, lamenta.
Según Carmona, esta situación genera “un gran desastre”, donde el costo de producción será mayor que el precio de venta.
“Y tendremos que dejar de producir”, aseveró mientras ofrecía un ejemplo ilustrativo de la situación: “para comprar una tonelada de pienso, necesito ir al mercado negro a comprar 520 USD que a 70 CUP serían unos 36 mil 400”, sin contar otros gastos como el transporte.
Carmona destaca que la producción porcina está disminuyendo rápidamente, ya que los productores están reduciendo el número de animales porque la crianza “ya es prácticamente imposible”.
“Creo que en nuestro país será un lujo tener la carne de cerdo nuevamente en la mesa”, concluyó, pronunciando una frase que probablemente generará desacuerdos: comer carne de cerdo no “será” un lujo, ya lo está siendo.
