Texto: Mónica Fernández
Entre enero y mayo de 2021, los turistas rusos constituyeron el 58,9% del total de visitantes internacionales a Cuba. La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) ha publicado recientemente una actualización sobre la llegada de viajeros en ese período, donde los rusos, con 52 044 turistas, lideran la lista. Este mercado es, además, el que ha sufrido la menor contracción, ya que la COVID-19 solo provocó la pérdida de poco más de diez mil turistas de esa nacionalidad.
Si lo comparamos con el mercado canadiense, que históricamente ha sido el principal emisor de turismo hacia Cuba, los números son drásticos: en el mismo período de 2020, 403 620 canadienses visitaron la isla, mientras que en 2021 solo llegaron 2 278, menos del 1% de la cifra anterior a la pandemia. Además, el segmento de cubanos residentes en el extranjero también vio una caída significativa, con apenas 10 277 visitas hasta mayo, menos del 10% de las cifras del año anterior.
Según un informe de la cadena RT, se estima que hay unos seis mil turistas rusos en Cuba a diario. El embajador ruso, Andréi Guskov, indicó que llegan alrededor de doce vuelos a la semana. ¿Cuáles son los destinos preferidos de los turistas rusos? Principalmente Varadero y Cayo Coco.
Según los datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), los municipios de Matanzas (cabecera) y Cárdenas concentran más de la mitad de los casos de COVID-19 en la provincia desde el inicio de la pandemia. Por otro lado, Morón, en Ciego de Ávila, reporta casi un tercio de los contagios provinciales. ¿Qué tienen en común estos lugares? Gran parte del personal que trabaja en los polos turísticos mencionados reside allí.
A pesar de que el gobierno cubano no ha confirmado una posible relación entre el turismo ruso y el aumento de casos, ha tomado medidas internas. El 27 de junio, el Ministerio del Turismo anunció la suspensión de todas las reservas para turismo nacional, evitando así la coincidencia de nacionales y extranjeros en los mismos espacios. Además, más de un centenar de turistas rusos que llegaron entre el 30 de junio y el 4 de julio fueron aislados tras dar positivo en sus pruebas PCR.
Este asunto se resolvió a través de canales diplomáticos. El 5 de julio, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso se reunió con el embajador cubano en esa nación para discutir la situación. Un informe de RT sugiere que podría tratarse de un error en los laboratorios cubanos, y finalmente, los turistas rusos fueron liberados de su aislamiento tras resultar negativos en posteriores pruebas.
Los resultados inconsistentes de falsos positivos o negativos, además de la falta de documentación por parte de las autoridades cubanas sobre las pruebas realizadas, generan dudas acerca de cuántos turistas rusos estaban realmente contagiados. Esto es especialmente preocupante en contraste con reportes como el publicado en la revista 14ymedio, que indica que los turistas rusos ignoran las medidas de seguridad en los hoteles.
¿Por qué son tan relevantes los turistas rusos? En una entrevista reciente, Ivis Fernández, delegada del Ministerio del Turismo en Matanzas, proporcionó un dato significativo. Antes de la COVID-19, Varadero albergaba cerca de 26 000 turistas diarios, tanto nacionales como extranjeros. Actualmente, esta cifra ha disminuido a aproximadamente 5 000 extranjeros y 2 000 nacionales. La suspensión de reservas a nacionales reduce aún más estos números, dejando al mercado ruso como casi el único soporte económico de la región.
Surge la pregunta: ¿por qué el gobierno cubano ha priorizado el mercado ruso, donde las tasas de vacunación son bajas, en lugar del cubanoamericano? Los vuelos desde Estados Unidos son todavía muy limitados, y aunque podría argumentarse que la razón principal es el lugar donde las personas tendrían que realizar su aislamiento, esto no es un argumento particularmente convincente.
1) El escenario que hoy vive el país lo ha generado la dictadura. Casi cerró el país a los cubanos residentes en USA 🇺🇸 (donde vive la mayor comunidad) y también cerró las salidas de “mulas” a Latam. Eso sucedió al mismo tiempo que abrió el país a los rusos. Turismo ok, mulas no.
— Norges Rodríguez (@norges14) July 7, 2021
En julio, Cuba solo ha autorizado cuatro vuelos semanales desde Florida: uno de American Airlines, uno de JetBlue, uno de Southwest y uno chárter. En comparación, Iberia realiza cuatro vuelos semanales y, como mencionó el embajador ruso, desde su país llegan doce vuelos cada semana. Un billete de ida de Miami a La Habana en agosto comienza desde 556 dólares.
Es comprensible (hasta cierto punto) que el gobierno cubano intente mantener la economía a flote permitiendo la llegada de turistas, tal como han hecho otros países. Sin embargo, no tiene sentido priorizar un mercado con bajas tasas de vacunación sobre uno que ya está prácticamente completamente inmunizado. Para un cubano en Florida, gastar entre 600 y 800 dólares en el pasaje, además del costo del aislamiento y los suministros para su familia, es un gasto excesivo. En esta ocasión, la reducción de vuelos no es resultado de decisiones del gobierno estadounidense.
Así que, ¿por qué sí se prioriza el turismo ruso mientras que se restringen los viajes familiares desde Estados Unidos?