Foto: Jorge Luis Borges
Las autoridades de La Habana buscan implementar nuevos precios por tramos para los transportistas privados, con el objetivo de compensar los gastos que enfrentan en el mantenimiento y operación de sus vehículos, según informó el director de Transporte de la capital, Leandro Méndez.
Méndez admitió en una reunión del Grupo Temporal de Trabajo de la ciudad que la situación del transporte es delicada, ya que actualmente solo está activo el 45.7 % del transporte público (articulados y rígidos), según un artículo del periódico provincial Tribuna de La Habana.
Recientemente, la situación se ha agravado debido al déficit de combustible que afecta a las empresas responsables del transporte de trabajadores y escolar, que solían proporcionar 255 ómnibus para el servicio de transporte público, señaló.
En enero de 2021, el Gobierno Provincial de La Habana fijó las tarifas máximas que pueden cobrar los transportistas privados en los recorridos principales, que varían desde cinco pesos por tramo hasta 25 pesos en distancias más largas, como entre La Habana y Santiago de las Vegas.
El anuncio de estas nuevas tarifas presume que los taxistas privados están cumpliendo con los precios actuales, cuando en realidad, en las calles, operan dos reglas que rigen el transporte: la ley del más fuerte y la de oferta y demanda.
Por ejemplo, desde el parque El Curita, en Centro Habana, los vehículos deben dirigirse a San Miguel del Padrón por dos rutas: una que finaliza en La Cuevita y otra en el Cotorro, y en ambos casos los transportistas cobran 50 pesos por pasaje, muy por encima de los 15 estipulados por el gobierno.
Las cifras proporcionadas por el director de Transporte en la capital muestran que el Gobierno de la ciudad tampoco cuenta con los recursos necesarios para competir con los privados o para mejorar la situación con más gacelas, ruteros o guaguas, por lo que, en este momento, poco se puede hacer para hacer cumplir los precios establecidos en la resolución.
Una alternativa que está considerando el sector es aumentar la presión sobre las entidades estatales para que apoyen el transporte de pasajeros en las paradas, las cuales podrían transportar diariamente hasta 40,000 personas, puntualizó Méndez.
También mencionó que hay 290 inspectores y un grupo de empleados de la Dirección de Transporte de La Habana presentes en los puntos de mayor afluencia de público, con el fin de asegurar que los vehículos estatales se detengan y brinden servicio en las paradas.
Con respecto a los cuentapropistas (boteros) que no cumplen con las tarifas establecidas, el directivo informó que se han retirado 250 licencias operativas hasta la fecha por violar las tarifas, pero consideró que este fenómeno no es masivo, a pesar de que la población se queja constantemente sobre esta situación.