Fotos: Jorge Luis Borges
El ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil, dio a conocer una serie de reformas dirigidas a la “empresa estatal socialista” que, según afirmó, promoverán la autonomía y una mayor eficiencia de estas, así como el desarrollo económico del país.
El también viceprimer ministro mencionó dos medidas clave: la eliminación de la obligatoriedad de la escala salarial en las empresas y la desvinculación de las funciones de propiedad y gestión en las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes).
En relación a la primera medida, Gil explicó que se trata de un proceso de perfeccionamiento del sistema de retribución laboral, es decir, de cómo se percibe el salario en la empresa estatal socialista.
Esto implicará cambios en los sistemas de pago, incluyendo la distribución de las utilidades como parte del ingreso variable de los trabajadores.
Desde la implementación de esta medida, ya aprobada por las autoridades, las empresas dispondrán de un fondo salarial que, en teoría, se distribuirá de acuerdo a los compromisos y utilidades logradas.
El nuevo enfoque se basará en el principio de que los ingresos aumentan en función de la riqueza generada, la eficiencia y la contribución al Estado, señaló Gil, quien también indicó que esta implementación será gradual y aplicable en empresas seleccionadas.
La segunda transformación se centra en flexibilizar el funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas estatales en Cuba.
Concretamente, la modificación consistirá en separar las funciones de propiedad y gestión.
“Mientras que la micro, pequeña y mediana empresa privada tiene un propietario que es una persona natural, en el caso de la micro, pequeña y mediana empresa estatal, el propietario es el Estado, representado por una persona jurídica”, explicó.
Además, detalló qué organismos se evaluarán para implementar este nuevo sistema, incluyendo unidades presupuestadas, empresas u Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, así como centros científicos y universidades que puedan actuar como socios o propietarios de las micro, pequeñas y medianas empresas estatales.
Según sugirió, esta estructura ofrecerá una mayor capacidad de adaptación y flexibilidad a las MiPymes, permitiendo incluso la incorporación de resultados de investigaciones científicas y potenciando la innovación.
Asimismo, comunicó otras transformaciones de “gran profundidad” en la empresa estatal, aunque sin entrar en muchos detalles.
Con un discurso contradictorio, Alejandro Gil reiteró durante su intervención en la Mesa Redonda de ayer dos frases que ya había compartido con el pueblo cubano al anunciar el polémico ordenamiento económico: “lo que estamos haciendo es innovando” y “esto no es un proceso improvisado”.