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La madre cubana Cari Castillo solicitó ayuda a través de las redes sociales ante los ataques de su hijo, quien ha sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide, y la falta de atención de las instituciones de salud estatales.
En su perfil de Facebook, Castillo compartió: “Este es mi hijo Allen, paciente psiquiátrico diagnosticado con esquizofrenia paranoide hace 5 años. Vivimos solos los dos; él pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación y tiene escaso contacto social.”
La madre afirmó que, a pesar de la dificultad de la enfermedad, ha intentado mantenerlo cerca porque “la situación en las instituciones psiquiátricas es crítica, están saturadas y no aceptan nuevos ingresos por falta de camas; en resumen, ¡COLAPSADAS!”. Además, mencionó que “esto solo lo saben quienes, como yo, tienen un familiar con estas características.”
Castillo pidió ayuda porque “en este momento me encuentro sin saber qué hacer tras varios ataques por parte de él.” Comentó que intentó buscar apoyo llamando al SIUM, y que, como en ocasiones anteriores, la respuesta fue que solo contaban con una ambulancia, que no era adecuada para su caso.
Asimismo, añadió que “la policía acudió, pero solo puede actuar en acompañamiento del SIUM.” Ante tal respuesta de las instituciones, la madre cuestionó: “¿Cuál es la solución para mi problema? ¿Acaso esperan que me mate para ingresarlo?”
Sobre su situación actual, explicó que es una madre jubilada de 74 años, “deseando trabajar y ser útil, arquitecta de profesión, con una pensión que apenas alcanza para comprar frutas para que tome sus medicamentos, que están camuflados porque él se niega a tomarlos al no reconocer su enfermedad. Mi día a día consiste en atenderlo; el sistema de salud no cumple su función en un país donde ser paciente psiquiátrico no debería ser sorprendente.”
En cuanto a las instituciones estatales a las que ha recurrido, informó que está “agotada de acudir a trabajadores sociales, al Ministerio de Salud Pública y otras agencias gubernamentales que son muy amables, pero no resuelven el problema.”
En este sentido, agradeció “a las personas que se presentan ante mí” y lamentó que estas instituciones “no merezcan a quienes quieren ayudar, pero carecen de los medios necesarios.”
Frente a esta desoladora situación y a ese “vacío legal en mi vida”, Castillo expresó que “solo me quedaba gritar en la calle, pero en mi vecindario hay personas con problemas quizás más serios que el mío, así que dejo mis gritos en este texto, esperando que lleguen a oídos comprensivos.”
El post de Cari Castillo ha generado cientos de comentarios, la mayoría de apoyo a la difícil situación que atraviesa, mientras otros han compartido experiencias similares a la de esta madre.
Por ejemplo, un usuario identificado como Christian López comentó: “Sé lo que se siente; a mí me pasó algo muy parecido. Tuve que ir al SIUM y dar dinero para coordinar una ambulancia con una patrulla para mi familiar, solo para que me dijeran en el hospital que no aceptaban ingresos. Luego, tuve que pagar a un médico para que trajera el medicamento del hospital todos los meses y lo inyectara en casa. Es una vergüenza.”
Por su parte, Barbara Cardoso se cuestionó cómo “es posible que Cuba, siendo considerada una potencia médica en el mundo, esté ocurriendo casos como este y muchos otros más.”