Met Gala 2025: De elegancia, iconos y tributos.

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FotoCollage: Shutterstock

Texto: Fede Gayardo

Las puertas del Museo Metropolitano de Nueva York se abrieron, como es habitual cada primer lunes de mayo, para acoger a la élite del mundo artístico. La Met Gala de este año, centrada en la exhibición “Superfine: Tailoring Black Style”, celebró la elegancia y el legado del dandismo negro, explorando cómo el estilo ha sido históricamente una herramienta de identidad, resistencia y expresión cultural desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

El icónico desfile de celebridades se presentó este año con un vibrante fondo azul, adornado con los simbólicos narcisos blancos que embellecieron el escenario. Por allí pasaron las más grandes luminarias de la moda y la cultura a nivel mundial.

Una de las más esperadas fue Rihanna, quien llegó radiante mostrando su tercer embarazo y luciendo un corsé de raya diplomática diseñado por Marc Jacobs, en perfecta sintonía con el espíritu de la exposición.

A su lado, Zendaya deslumbró con un traje blanco a medida de Louis Vuitton, la casa anfitriona del evento, que también vistió a la propia Anna Wintour.

Pharrell Williams, director creativo de la línea masculina de Vuitton y copresidente de la velada, destacó con una chaqueta artesanal decorada con aproximadamente 15.000 perlas.

Mientras tanto, su esposa Helen Lasichanh se unió a la moda sin pantalones, luciendo un body y una americana de cuero. Situaciones similares vivieron Hailey Bieber, quien acudió sola, y Sabrina Carpenter, ambas ataviadas con creaciones de Louis Vuitton.

Homenajes y guiños de altura en la Met Gala 2025

Entre los anfitriones, el piloto Lewis Hamilton y el actor Colman Domingo lideraron la lista de invitados, acompañados por destacadas figuras de la música, el cine y el deporte.

Domingo rindió homenaje al fallecido André Leon Talley con una capa plisada en azul real, sujeta a sus hombros por un armazón dorado y blanco, evocando el amor de Talley por las piezas dramáticas.

Por su parte, Rosalía eligió un vestido de Balmain firmado por Olivier Rousteing: una pieza escultórica con corsé rígido al estilo griego y una falda drapeada que jugaba con contrastes de texturas.

Desde España llegó Georgina Rodríguez, que causó sensación y cierta controversia con un conjunto negro de Vetements, complementado con un tatuaje promocional falso de la marca.

No faltaron las excentricidades: André 3000 llegó con un pequeño piano en forma de mochila, Bad Bunny portó un bolso de dimensiones exageradas y Shakira optó por un vestido rosa con larga cola que, según algunos, la convirtió en la más desubicada de la noche.

Por otra parte, continuó la exclusión de Donald Trump en la lista de invitados, una decisión de Anna Wintour que se ha mantenido en los últimos años. En cambio, Kamala Harris, ex candidata demócrata, apareció en las redes del Partido Demócrata con un vestido largo en blanco y negro para el evento, aunque no desfiló por la alfombra.

Como es tradición, para preservar la elegancia olfativa de la cena, tres ingredientes quedaron oficialmente excluidos de los menús: ajo, cebolla y cebollino.

El salón principal se transformó en una sofisticada sastrería inglesa, y las entradas para esta gala benéfica se cotizaron cerca de 75.000 dólares por persona, mientras que reservando una mesa completa, el coste ascendió a 330.000 dólares.

Más allá del despliegue de moda y alfombras, la MET Gala es, ante todo, una recaudación de fondos. Gracias a la venta de entradas, el evento financia al Museo Metropolitano de Arte, destinando los ingresos al Instituto del Traje, cuya colección atesora más de 33,000 objetos y representa siete siglos de vestimenta y accesorios de moda para hombres, mujeres y niños desde el siglo XV hasta la actualidad.

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