Un grupo de 114 congresistas estadounidenses ha enviado una carta al presidente Joe Biden, solicitando acciones humanitarias inmediatas para Cuba que suspendan las regulaciones sobre el envío de alimentos, medicamentos y otra asistencia, pidiendo así la reanudación de los pasos tomados por la Administración de Barack Obama hacia la isla.
Además, abogan por un cambio que normalice las relaciones entre ambos países. Solicitan también la eliminación de las licencias específicas necesarias para enviar kits de prueba y dispositivos respiratorios.
Estos funcionarios instan al gobierno demócrata a suspender las restricciones a las transacciones bancarias y financieras relacionadas con la ayuda humanitaria hacia Cuba y a cancelar la verificación del uso final.
En este contexto, la carta exige la eliminación de todas las restricciones sobre las remesas familiares y las donaciones, con el objetivo de que las organizaciones puedan proporcionar ayuda humanitaria a los empresarios cubanos y a la sociedad civil.
Asimismo, se solicita la revocación de las restricciones impuestas por la Administración de Donald Trump sobre los viajes a Cuba, ya que estas dificultan que los cubanoamericanos visiten y se reúnan con sus familiares en la isla.
Un punto clave en este documento es la revisión de la inclusión del Gobierno de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, así como la reapertura de la embajada estadounidense.
La misiva menciona que Estados Unidos debe participar en cuestiones migratorias, respuesta a desastres, medio ambiente y en la aplicación de la ley, como la lucha contra las drogas y el lavado de dinero.
“La situación humanitaria actual en Cuba es cada vez más crítica, con escasez de alimentos y bienes y un acceso reducido a suministros médicos en medio de la pandemia de COVID-19,” indica la carta.
En otra parte, señala: “A pesar de las preocupaciones de que el gobierno de Cuba obtenga ingresos de las remesas, este capta menos ingresos que en el pasado, debido a los cambios iniciados en julio de 2020, y gran parte de los ingresos del gobierno provenientes de remesas se destina a las importaciones de alimentos, combustibles y bienes esenciales para los cubanos que no tienen familiares en el extranjero, muchos de los cuales se encuentran en comunidades marginadas.”
