Foto: Yander Zamora/EFE
A pesar de los cambios de personal, remodelaciones, modificaciones en la gestión e innovaciones tecnológicas, el Coppelia, la emblemática catedral del helado de La Habana, sigue enfrentando los mismos problemas en este 2022 que apenas comienza.
Un informe del medio oficial Granma señala las deficiencias de este establecimiento en el Vedado, el cual ha sido objeto de críticas y descontento por parte de los clientes durante años.
El reporte menciona las bolas de helado huecas, el “negocio poco claro” de la venta de tinas de helado, que a menudo son visibles para los clientes, y las frecuentes quejas sobre la calidad del servicio.
Además, desde la reapertura en septiembre pasado, se introdujo un nuevo sistema para acceder al local que no está funcionando adecuadamente.
Después de varios meses sin público debido a la situación sanitaria ocasionada por la COVID-19, decidieron permitir la entrada de clientes solo con reservación.
Las reservas pueden realizarse a través de tres números telefónicos, aunque nadie responde cuando los ciudadanos intentan comunicarse.
Como resultado, la opción de hacer la reserva se reduce a las largas colas que se forman en el lugar.
Sumado a este inconveniente, si finalmente logran entrar, los comensales solo pueden elegir entre dos especialidades, sin alternativas, incluso si hubo problemas con la reservación, y todos saben que el helado está disponible para “revender” cuando se quiera.
Por otro lado, tampoco se permite acceder al establecimiento aunque haya mesas vacías y no existan reservaciones pendientes.
Ante la consulta del equipo de Granma sobre estos temas, el director de Coppelia, Amaury Martínez Tamayo, afirmó que “no podía proporcionarnos esos detalles, ni ningún tipo de información relacionada, ya que necesitaba una autorización previa para hacerlo”.
En resumen, el modo de funcionamiento del Coppelia sigue siendo un enigma, incluso para la prensa estatal, al igual que sus problemas y la mala calidad del servicio, cuya solución parece lejana.