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La restauración de la emblemática avenida Paseo del Prado, que había sido conocida por obreros y empleados estatales, ha sido transferida a pequeñas empresas privadas y artistas independientes. Esto resulta ser un hecho inédito para un proyecto público de tal magnitud.
Mariela Mulet, jefa de la Unidad Inversionista Prado de la Oficina del Historiador, señaló: «La Oficina del Historiador es pionera en utilizar este tipo de fuerza laboral (independiente). En el caso del Paseo del Prado, todos son particulares (pequeñas empresas o emprendedores). Lo innovador es que estamos trabajando en absolutamente todo».
Las labores incluyen la restauración del delicado piso de granito, los muros de piedra, los bancos de mármol y las farolas de hierro. Además, se planea sustituir todo el sistema eléctrico de alumbrado público. También se realiza un estudio en colaboración con el Jardín Botánico para reponer plantas que han estado enfermando, declaró Mulet.
Este esfuerzo es resultado de la flexibilización gradual iniciada en septiembre de 2021, que permitió por primera vez la constitución de pequeñas y medianas empresas (Mpymes). Hasta ahora, se han aprobado casi 2 mil de estas compañías, siendo en su mayor parte más privadas que estatales. Muchas de ellas son reconversiones de pequeños negocios existentes, lo que se espera genere más de 27,000 puestos de trabajo, según las proyecciones del Ministerio de Economía y Planificación.
Es importante recordar que el Paseo del Prado, trazado en 1772 cuando Cuba aún era una colonia española, fue remodelado en 1928 por el arquitecto francés Jean-Claude Nicolás Forestier, convirtiéndose en una de las arterias más importantes de la ciudad de La Habana.