Foto: Roy Leyra | CN360
De acuerdo con tres funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), no hay un adversario específico ni una campaña global que esté vinculada o destinada a perjudicar y recopilar información sobre los diplomáticos estadounidenses que se desempeñan en el extranjero.
El informe de la CIA, divulgado a través del medio Político, advierte que persiste un número considerable de casos que la agencia aún no puede atribuir a una fuente concreta, lo que no descarta la probabilidad de que un actor extranjero o un dispositivo avanzado esté implicado en algunos incidentes enigmáticos que han desconcertado a los funcionarios estadounidenses durante más de cinco años.
Los agentes concluyen que la mayoría de los incidentes reportados pueden explicarse por factores médicos, ambientales o técnicos, incluidas enfermedades previamente no diagnosticadas, y consideran “poco probable” que un actor estatal hostil esté causando daño intencionalmente a los diplomáticos estadounidenses en un contexto global amplio.
Con estas afirmaciones, se podría eliminar la responsabilidad del gobierno cubano, que siempre ha defendido su inocencia en situaciones relacionadas con el conocido como Síndrome de La Habana, que se reveló a raíz de los incidentes que afectaron a los diplomáticos estadounidenses en su embajada en Cuba.
“No hay una única explicación” para la gran variedad de casos reportados a nivel mundial, afirmó un alto funcionario de la CIA al medio, subrayando que “no observamos una campaña global por parte de un actor extranjero”. Sin embargo, persisten casos sin resolver y la CIA permanece abierta a la posibilidad de que un estado-nación o un dispositivo específico esté provocando síntomas como dolores de cabeza y náuseas, siempre que la agencia encuentre evidencia que lo respalde. Las afirmaciones del funcionario destacan que, aunque la teoría no ha sido desestimada, actualmente carece de pruebas que la apoyen.
Incidentes sospechosos vinculados al Síndrome de La Habana han surgido en prácticamente todos los continentes en el último año, y la administración Biden ha advertido en privado a los legisladores que los funcionarios estadounidenses destacados en el extranjero son cada vez más susceptibles a estos episodios.
Los funcionarios hicieron hincapié en que las investigaciones continúan y que se proporcionará atención de primer nivel a los diplomáticos afectados por estos extraños síntomas, que incluyen mareos, problemas auditivos y otras dolencias inusuales.