El próximo 16 de septiembre, el Parlamento Europeo debatirá nuevamente sobre los derechos humanos en Cuba, un tema que ha sido denunciado por la Asamblea Nacional del Poder Popular de la Isla en un comunicado.
En junio de este año, tras tres días de deliberaciones en la sesión plenaria del Parlamento Europeo centradas en Cuba, se aprobó una resolución condenatoria respecto a la situación de los derechos humanos en la Mayor de las Antillas.
Dicha resolución fue aprobada con 386 votos a favor, 236 en contra y 59 abstenciones. Se aborda una serie de asuntos, incluyendo la existencia de presos políticos, la persecución, el acoso y las detenciones arbitrarias motivadas por razones políticas, entre otros.
En aquella ocasión, la Asamblea Nacional del Poder Popular afirmó que el Parlamento Europeo era “rehén de un pequeño grupo de eurodiputados de extrema derecha obsesionados con destruir la Revolución cubana, quienes tienen conexiones comprobadas con organizaciones radicadas en Miami, financiadas por el gobierno de Estados Unidos”. Ahora mantiene una opinión similar.
Ante la inminencia de un nuevo debate, el gobierno cubano ha expresado su descontento, y en el comunicado de la Asamblea Nacional, acusa a varios eurodiputados, que considera parte de este reducido grupo que sigue la agenda de Washington, de imponer una diatriba sobre Cuba “arrastrando a los grupos políticos de los que son miembros”.
Se señala que de esta manera “vuelven a convertir a esa entidad legislativa en un triste rehén de una escalada agresiva ajena a intereses genuinamente europeos y contraria al espíritu de diálogo respetuoso que ha predominado en las relaciones entre Cuba y la Unión Europea”.
La Asamblea Nacional considera que debe ser motivo de alarma la insistencia de estos legisladores, “cuyo accionar se caracteriza por el doble rasero y el uso intensivo de la mentira para singularizar a un Estado soberano, apartándose del comportamiento ético que debe regir la conducta de los diputados al Parlamento Europeo, tal como se establece en el Artículo 10 de su Reglamento Interno”, especifica.
Señala a los promotores de este debate como carentes de autoridad moral para abogar por los derechos del pueblo cubano, reiterando que actúan de forma dependiente y obedecen “los dictados de la potencia que lleva a cabo una brutal guerra económica, comercial, financiera, política y comunicacional contra nuestro país”.
Es importante recordar que en el primer debate, aún no había ocurrido el levantamiento social del 11 de julio, ni los subsiguientes problemas de derechos humanos que eso provocó en el país, por lo que probablemente estos eventos sean un punto de partida para el análisis que tendrá lugar en la próxima reunión.
