Foto: Miami en Escena
La COVID-19 ha cobrado otra vida en la cultura cubana; esta vez, es la reconocida actriz Nattacha Amador quien falleció debido a complicaciones relacionadas con el coronavirus.
El sábado 11 de septiembre, a la edad de 72 años, falleció en Aurora, Colorado. Su hija, la también actriz Yamilé Amador, informó al Nuevo Herald que, aunque residía en Miami, Nattacha pasó sus últimos días en Colorado tras ser diagnosticada con la enfermedad en febrero de este año.
La familia comunicó que no habrá ceremonia fúnebre; en cambio, en cumplimiento con el último deseo de la artista, sus cenizas serán esparcidas desde la colina más alta de Aurora. Nattacha deja atrás a tres hijos, dos nietas y cuatro bisnietos.
Tras la noticia de su fallecimiento, varios conocidos del mundo de las artes escénicas expresaron su tristeza. Entre ellos, la actriz Griselda Noguera comentó: «Siento un profundo dolor por su partida. La considero un supertalento tanto como artista como persona. Siempre estuvimos muy cerca; era como parte de la familia. No la olvidaremos.»
Asimismo, su mentora, la actriz y dramaturga Julie de Grandy, manifestó: «Se nos ha ido otra de nuestras grandes artistas, Nattacha Amador, poseedora de una poderosa voz de contralto y un temperamento escénico que la convirtió en una de nuestras actrices más queridas de Miami.»
El escritor y crítico musical Daniel Fernández también lamentó la pérdida, subrayando que su muerte representa un gran vacío para la escena miamense. Recordó su participación en la zarzuela Cecilia Valdés y en La Chunga, de Mario Vargas Llosa, como hitos importantes del teatro en Miami.
Nattacha Amador nació en La Habana el 18 de abril de 1949, siendo hija del reconocido periodista y locutor radial Juan Amador Rodríguez. A Estados Unidos llegó a la edad de 10 años y no volvió a Cuba.
Desde joven, se presentó en diversos escenarios de Miami, desarrollando su carrera tanto como actriz como cantante. Su debut actoral se dio al integrar el elenco de la comedia Una chica en mi sopa, lo que la condujo a convertirse en una figura muy solicitada por los directores.
Participó en numerosas obras, entre las que destacan: La casa de Bernarda Alba, El hombre de La Mancha, Balseros, Chamaco, El baúl de los disfraces, María Antonia, Cecilia Valdés y Un objeto de deseo. En el ámbito musical, compitió en el Festival de la Canción de Lima, Perú, y también fue parte del Festival de la OTI en 1981.