La Academia de la Historia se pronuncia acerca de los eventos del 11 de julio.

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Foto: Roy Leyra

Casi diez días después de los acontecimientos del 11J, la Academia de la Historia de Cuba emitió un comunicado que se alinea claramente con el discurso del gobierno.

En su declaración, esta institución del Colegio San Gerónimo de La Habana describió los hechos de la semana pasada como “tristes”, con el “objetivo buscado” de “derrocar la Revolución y devolver a la nación a un estado de dependencia y subordinación a Estados Unidos.”

La academia reconoce que el origen de las protestas está en la crítica situación que vive el país, caracterizada por “cortes de electricidad, escasez de alimentos y medicinas, y un aumento de contagios por la pandemia de COVID-19 con la aparición de nuevas cepas.”

Sin embargo, afirman que es la política de bloqueo estadounidense la que agrava esta crisis económica en el país.

“Cualquier mirada sensata no puede ignorar que todos estos problemas se intensifican en el caso de Cuba debido a las medidas del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los gobiernos de Estados Unidos, que fueron intensificadas por la administración anterior y mantenidas por la actual”.

A pesar de su posición claramente pro-gubernamental, en el comunicado hacen un llamado “al debate respetuoso y constructivo por los canales correspondientes” y rechazan a aquellos que “pretenden escudarse en posiciones alcanzadas sin la genuina intención de servir al pueblo y a la Revolución”.

“La Revolución es obra de todos y para el servicio de todos; no es una mera experiencia de un grupo selecto, sino una creación original y adecuada a las circunstancias de las grandes mayorías. Es necesario dejar espacio para considerar lo que pueda aportar la experiencia práctica”, afirman.

Asimismo, consideran que el proyecto revolucionario debe adaptarse a la realidad objetiva para evitar volverse obsoleto, a pesar de sus buenas intenciones y del éxito que tuvo en épocas pasadas.

“El aspecto clave de los principios y objetivos es mantener la independencia y soberanía, sin perder las conquistas de la Revolución que eliminaron las profundas diferencias sociales. Para ello, la unidad debe ampliarse constantemente en función de lo que sea necesario. Hoy, parte de esa unidad se basa en el conocimiento y en los sentimientos de orgullo y amor por nuestra historia, nuestros valores y nuestra identidad”, añaden.

La Academia de la Historia de Cuba es un centro dedicado a la investigación, estudio y promoción de este tema, fundado en 1910.

En años recientes, entre sus miembros destacan Eduardo Torres Cuevas, Jesús Guanche, Sergio Guerra Vilaboy y el fallecido historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler.

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