Foto: Roy Leyra | CN360
Recientemente, la Universidad de Matanzas anunció la suspensión de las actividades presenciales del curso diurno y por encuentro hasta el 30 de septiembre. Esta decisión evoca lo ocurrido en abril de este año, cuando varios centros universitarios también interrumpieron las clases debido a la crisis de combustible en la isla.
Según el medio no estatal Diario de Cuba, la medida adoptada por la universidad matancera buscó “reducir el nivel de actividad presencial”. Este medio citó una publicación que había sido divulgada en Facebook por la propia universidad, la cual ya ha sido eliminada de su página oficial.
La comunicación indicaba que “se suspenden las actividades presenciales en la semana del 25 al 30 de septiembre y se asegurarán las orientaciones correspondientes a este periodo de forma online para cada carrera”.
En cuanto a los estudiantes de años terminales, se especificó que continuarán en “su ubicación laboral anticipada y en el desarrollo de su ejercicio de culminación de estudios. Los demás alumnos recibirán indicaciones de sus colectivos de años para garantizar la continuidad de la actividad docente a través de online”.
La información, firmada por la doctora en Ciencias Leyda Finalé de la Cruz, rectora de la Universidad de Matanzas, concluía que “si esta situación se extiende, se dará información oportunamente”.
Hasta este momento, la institución educativa no se ha pronunciado nuevamente sobre el acceso de los estudiantes a las aulas una vez finalizado el plazo mencionado.
Sin embargo, la extensión de este período sin clases no sería sorprendente, dado el contexto de la crisis de combustible que enfrenta el país y que ha llevado a otros centros educativos a implementar medidas como la reducción de horarios de clases.
A esto se debe agregar lo sucedido en abril de este mismo año, cuando varias universidades en Cuba suspendieron las clases presenciales durante una semana por motivos similares.
El Diario de Cuba también informó que la Universidad Médica de Santiago de Cuba reportó “la realización de una reunión en la que se discutieron ‘algunas medidas adoptadas por la directiva de la institución frente a la situación de contingencia energética, transportación y alimentaria que atraviesa el país’”.
Por el momento, queda por ver si otros centros educativos se suman a estas medidas, algo que ya han implementado los gobiernos de algunas provincias cubanas en un intento por mitigar el impacto de la crisis en la isla.