La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba expresó este martes en una declaración su respaldo al diálogo y al derecho de los ciudadanos a llevar a cabo manifestaciones públicas pacíficas sin el temor a la confrontación.
La postura de los representantes de la Iglesia Católica, dirigida “a todos los cubanos de buena voluntad”, se hizo pública dos días después de la mayor jornada de protestas antigubernamentales en la isla en más de 60 años.
No se descarta que, con el paso de los días, representantes de otras religiones en Cuba hagan públicas sus opiniones sobre estos eventos históricos que han tenido una repercusión internacional sin precedentes. Expertos en el ámbito religioso han especulado acerca de un posible mensaje del Vaticano.
“Hermanos, no podemos cerrar los ojos o mirar hacia otro lado, como si nada estuviera ocurriendo”, manifestaron los sacerdotes en relación con los acontecimientos del domingo 11 de julio, cuando miles de personas en diversas ciudades y pueblos fueron protagonistas de protestas públicas a pesar de las restricciones impuestas por el aumento de contagios por Covid-19.
La COCC reconoció que el Gobierno ha intentado implementar medidas para aliviar las dificultades derivadas de la situación económica y social, factores que han aumentado el descontento popular. “No obstante, también comprendemos que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas, y a expresar públicamente cómo algunas decisiones tomadas están afectando seriamente sus vidas”.
Sin embargo, las jornadas de protestas, que se extendieron en mayor o menor medida a todas las provincias del país, fueron marcadas por gritos de “libertad”, “Patria y vida”, “Abajo la dictadura” y lenguaje ofensivo hacia el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, según videos y fotos publicados en redes sociales antes de que el gobierno interrumpiera el acceso a internet. Este servicio ha permanecido inhabilitado en la capital y otras regiones durante dos días.
Tras el pronunciamiento de Díaz-Canel de que “la orden de combate está dada” y que “las calles son de los revolucionarios”, se produjeron numerosos actos de violencia.
“En estos momentos, como pastores, nos inquieta que las respuestas a esos reclamos sean el inmovilismo que perpetúa los problemas sin resolverlos. No solo observamos que las situaciones se agravan, sino que también se avanza hacia una rigidez y un endurecimiento de posturas que podrían generar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos afectarían a todos”, enfatizó el comunicado eclesiástico.
“No se llegará a una solución favorable a través de imposiciones, ni llamando a la confrontación, sino cuando se practique la escucha mutua, se busquen acuerdos comunes y se den pasos concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos, a construir la Patria ‘con todos y para el bien de todos’. Esa es la Patria que deseamos”, insistió la declaración de la COCC.
“Invitamos a todos a no agravar la situación de crisis”, subrayaron los obispos católicos.
