Foto: Roy Leyra / Cuba Noticias 360
Este martes, el presidente del Banco Metropolitano anunció en televisión nacional que no hay una «solución a corto plazo» para aumentar los más de 890 cajeros automáticos que operan en un país con 11.2 millones de tarjetas magnéticas emitidas por el sistema bancario nacional, cifra que casi iguala a la población total de Cuba.
Orlando López Garcés, el directivo del banco, intervino en el programa televisivo Mesa Redonda y proporcionó detalles sobre la obsolescencia tecnológica de los cajeros y las frecuentes averías. Afirmó que se espera revertir esta situación mediante una estrategia de la industria nacional para la reparación de los mismos.
Extraer dinero de un cajero se convierte en un verdadero ejercicio de paciencia en la isla caribeña. Las largas colas, la certeza de que solamente funcionarán menos de la mitad de los equipos disponibles y la lentitud en procesar las transacciones son características de un proceso que, en otras partes del mundo, es mucho más ágil.
Solo 55 municipios, excluyendo los de La Habana, cuentan con cajeros automáticos, y es común que los residentes en esas áreas deban viajar varios kilómetros para encontrar uno.
En la capital se reportan, de acuerdo a cifras oficiales, un total de 136 cajeros obsoletos, 76 apagados y 50 que están regularmente fuera de servicio. Ante esta situación, López Garcés mencionó que se están buscando alternativas, como la posibilidad de retirar efectivo directamente en las sucursales bancarias o en las Casas de Cambio, conocidas como Cadeca.
Además, destacó como otra opción «cubana y muy particular» el servicio de Caja Extra, que se está implementando en más de 800 bodegas y farmacias. Este servicio permitiría a las personas retirar dinero en esos lugares a través de la plataforma EnZona, ahorrándoles el viaje al cajero.
No obstante, el directivo del Banco Metropolitano no hizo mención a la falta de efectivo que a veces enfrentan esos equipos, lo que obliga a los usuarios a desplazarse a cajeros más lejanos de sus hogares, trabajos o escuelas.
El funcionario enfatizó la necesidad de cambiar la matriz actual y priorizar los pagos y transacciones electrónicas. «No estamos avanzando si el centro de trabajo realiza pagos mediante tarjetas y luego las personas deben ir al cajero a retirar el dinero».