Foto: ATLAS
Texto: Hugo León
En 2022, el gobierno de Estados Unidos cumplió con la cuota anual de visas para cubanos como parte de los acuerdos migratorios entre Washington y La Habana, un hecho que el país caribeño reconoció en días recientes. Sin embargo, para las autoridades cubanas, esto no es suficiente.
En declaraciones a la emisora estatal Radio Reloj, Johana Tablada, subdirectora general de Estados Unidos en la Cancillería cubana, expresó su descontento por la deuda acumulada debido a incumplimientos de años anteriores y además criticó a Washington por el éxodo migratorio que enfrenta Cuba, el más grande en su historia.
“Luego de cinco años de constantes incumplimientos por parte de Washington en los acuerdos migratorios, ahora se percibe un avance”, destacó la diplomática cubana.
Sin embargo, calificó como injustificado el cierre del consulado estadounidense en La Habana tras supuestos incidentes de salud que afectaron a trabajadores de esa sede, eventos conocidos como “síndrome de La Habana”.
Tablada describió estas acusaciones como extravagantes y falsas, referidas a supuestos ataques a diplomáticos.
Recordó que, después de una ronda de conversaciones en Washington en 2018 sobre el tema migratorio, EE. UU. comenzó a otorgar visados para cumplir con el compromiso anual, que debe ser de al menos 20,000 visas.
También mencionó como un avance el anuncio de que las operaciones consulares para cubanos, que habían sido trasladadas a Guyana, regresarán a La Habana a inicios de 2023.
No obstante, Tablada criticó que Washington cumpla “con la cuota anual de visas pero no con la acumulada que no se otorgó en años anteriores”.
“Solo están proporcionando visas para reunificación familiar, sin incluir las de no inmigrante”, puntualizó, “mediante las cuales más de 200,000 cubanos viajaban y regresaban sin abandonar el país definitivamente”, agregó.
Adicionalmente, la funcionaria acusó a Estados Unidos de persistir en su intento por colapsar la economía cubana y dificultar la vida de su población, mientras que aboga por mayor inversión socioeconómica en naciones de la región con altos flujos migratorios.
Se quejó de que Washington mantenga incentivos para favorecer la migración irregular de cubanos, una parte del discurso histórico de La Habana, que atribuye el embargo impuesto por Estados Unidos y la Ley de Ajuste Cubano como causas para la emigración.
Tablada también señaló que Washington está incumpliendo con el acuerdo de no admitir a personas que llegan de forma ilegal a su frontera sur.
Las declaraciones de la diplomática se producen unas semanas después de que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmara que había avances discretos en la cooperación con Estados Unidos, especialmente en el ámbito migratorio, a pesar del persistente bloqueo.
En su informe ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el mandatario recordó que las autoridades de ambos países retomaron en 2022 las conversaciones migratorias y reconoció ciertos ofrecimientos de ayuda estadounidense en momentos críticos, como el siniestro en la Base de Supertanqueros de Matanzas y el paso del huracán Ian.
Sin embargo, acusó a Washington de promover una política de subversión y desestabilización en el país.
Estas declaraciones tienen lugar en el contexto de un éxodo migratorio que, aunque tiene precedentes en la crisis del Mariel y la de los balseros, ha superado ampliamente las cifras de ambas y continúa a lo largo de los meses.
En noviembre último, por ejemplo, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos detuvieron a más de 34,600 migrantes cubanos solo en la frontera sur, mientras que en octubre la cifra se aproximó a 29,000.
Se estima que desde octubre de 2021, alrededor de 290,000 personas han viajado desde Cuba a Estados Unidos a través de Nicaragua, realizando el trayecto por varias naciones centroamericanas.