Foto: Roy Leyra | CN360
La directora del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, doctora Miriam Teresita Llanes, advirtió que la isla no debe confiarse ni bajar la guardia ante la calma ciclónica momentánea.
Según un artículo publicado en el diario estatal Granma, “la temporada ciclónica 2022 en la cuenca del Atlántico tropical (que incluye también el golfo de México y el mar Caribe) ha mostrado un comportamiento menos activo de lo previsto en los pronósticos estacionales, que fueron difundidos antes de su inicio por instituciones especializadas de varios países”.
El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) anticipó la formación de 17 sistemas ciclónicos con nombre, lo cual supera el promedio histórico de 14 registrado entre 1991 y 2020.
La predicción del Insmet se basa en “la presencia de condiciones atmosféricas y oceánicas asociadas a un evento La Niña/Oscilación del Sur (Aenos) en el Pacífico ecuatorial, el reporte de temperaturas del mar más cálidas de lo normal en el Atlántico norte y el Caribe, y las anomalías observadas en los patrones circulatorios de la troposfera baja y media, hasta los seis kilómetros de altura, durante los meses de enero a abril”, según informó Granma.
No obstante, hasta la fecha solo se han formado tres tormentas tropicales: Alex, el 5 de junio; Bonnie, el 1 de julio, y Colin, el 2 de julio. Ninguna de ellas alcanzó la categoría de huracán.
El medio cubano destacó que desde hace más de 45 días toda el área de interés vive “una calma ciclónica absoluta”, lo que contrasta con la climatología habitual de este mes, que suele ser el más activo de la temporada.
A pesar de esta situación, la meteoróloga cubana insistió en que el país no debe confiarse y explicó que la frecuente cobertura de nubes de polvo del Sahara en el Atlántico tropical es una de las causas de la calma de esta temporada.
Esto, entre otros factores, “incrementa la cizalladura vertical del viento en las capas superiores de la atmósfera, lo que impide que los sistemas tropicales concentren la energía necesaria para su surgimiento y desarrollo”, amplió la nota de Granma.
Según el citado medio estatal, la actualización del pronóstico estacional cubano realizada el 1 de agosto reafirmó “la perspectiva de una temporada activa, al esperarse desde esa fecha hasta el 30 de noviembre, 14 tormentas tropicales (sin contar las tres ya formadas), de las cuales ocho podrían convertirse en huracanes”.
Por último, se informó que algunos modelos de pronósticos indican que las condiciones ambientales desfavorables para el desarrollo ciclónico deberían comenzar a cambiar a finales de agosto, facilitando la formación de algunos de los eventos meteorológicos pronosticados anteriormente.