Foto: Roy Leyra | CN360
El parlamento cubano se ha reunido nuevamente en una sesión. Una vez más se presentan cifras y pronósticos que poco significan cuando la población cubana enfrenta una profunda crisis económica, resultado de la inflación, el desabastecimiento y la mala gestión gubernamental.
Se menciona un leve aumento en el Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con el desastroso 2022. Sin embargo, ¿qué importancia tiene ese 1.8 % de incremento cuando la calidad de vida de los cubanos sigue siendo extremadamente baja?
Alejandro Gil señala que la economía “no alcanza aún el ritmo necesario”. El ministro reconoce que el crecimiento «ligero» del PIB no se traduce en una mejora de la calidad de vida de la población.
Comenta sobre un crecimiento “asimétrico”, ya que solo ciertas actividades, como el sector hotelero, el transporte y las comunicaciones se benefician, mientras que otras como la agricultura, ganadería, industria manufacturera y comercio experimentan una “contracción”.
En este encuentro se admiten algunos problemas, es cierto. Sin embargo, las soluciones concretas son escasas.
Hay un déficit productivo y un deterioro en el sector estatal que obliga a los cubanos a recurrir al sector privado: mejor calidad y más opciones, aunque a precios significativamente más altos.
“La inflación es alta y es el problema más visible de la economía, ya que día a día va reduciendo la capacidad de compra del salario y de la moneda nacional (el peso cubano), lo que fomenta la dolarización», reafirmó Gil.
Según algunos datos, la inflación interanual en el mercado formal de Cuba alcanzó en junio un 44,98 %, en comparación con el 28,86 % del mismo mes de 2022.
No obstante, la Oficina Nacional de Estadísticas no recoge la evolución de los precios en el mercado informal de la isla, el cual es mucho más susceptible a la inflación debido a la grave escasez de productos básicos.
De cualquier modo, la crisis es evidente y se agrava por la combinación de los efectos de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de EE. UU. y los errores en la política económica.