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El proyecto Bojeo a Cuba, impulsado por diversas instituciones estatales y un grupo de jóvenes científicos, ha revelado recientemente el hallazgo de dos áreas de corales en “buen estado de conservación”, según informaron a los medios de comunicación.
Las zonas identificadas como promisorias se localizan en Puerto Padre, Las Tunas, y en Playa Santa Lucía, Camagüey. Este descubrimiento es de gran relevancia, ya que implica especies de corales en peligro de extinción, afirmó Patricia González, presidenta del Consejo Científico del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana (CIM), una de las entidades involucradas en la expedición.
González comentó a la agencia Prensa Latina que en la costa de Puerto Padre se encuentra una de las áreas descubiertas, donde se halló una colonia muy grande y robusta del coral conocido como cuerno de siervo.
En la región de Camagüey, la especialista observó una cresta de arrecifes de excelente salud y vitalidad.
El Bojeo a Cuba dio inicio el pasado 18 de julio con un equipo de 18 científicos cubanos, quienes tienen como objetivo estudiar los corales y la población de tiburones durante un periodo de siete semanas.
Hasta el momento, los resultados preliminares indican “un alto índice de afectación de los arrecifes coralinos, atribuible a la elevación de la temperatura de las aguas por los efectos del cambio climático y la sobreexplotación pesquera”.
La expedición científica se está llevando a cabo a bordo de la embarcación “Oceans for Youth”, que recorrerá 5,700 kilómetros para monitorear actividades humanas, megafauna, contaminación, clima, fenómenos naturales como el sargazo, y aves.
Instituciones especializadas como el CIM, la Agencia de Medio Ambiente, Avalon-Marlin, y la Fundación Antonio Núñez Jiménez de La Naturaleza y el Hombre lideran esta iniciativa. Además, la ONG estadounidense Wildlife Conservation Society, la Harte Research Institution y Sweet spa han colaborado en el desarrollo de la expedición científica.
Cuba es un país con una rica diversidad natural, tanto en tierra como en mar. Sin embargo, la intervención humana ha generado un impacto negativo en el medio ambiente, especialmente en las áreas costeras. Por esta razón, es crucial llevar a cabo expediciones como el Bojeo para evaluar la salud de la fauna marítima y tomar medidas que aseguren su conservación.