El suicidio, un tema delicado en la sociedad a nivel global, afecta a la Mayor de las Antillas, convirtiéndose en la décima causa de muerte en el país. Más alarmante aún es que es la tercera causa en personas de edades entre 10 y 19 años.
¿Quiénes son más propensos en Cuba a cometer o intentar el suicidio? ¿Están trabajando en el país para disminuir estos índices? ¿Qué enfermedades o factores psicológicos llevan a los cubanos a optar por la muerte autoinfligida?
A nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la cuarta causa de muerte entre personas de 15 a 29 años, solo superada por los accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal. No obstante, Cuba enfrenta un panorama diferente.
Las autoridades sanitarias cubanas informan que, al igual que en el resto del mundo, el sexo masculino es el más propenso, aunque los intentos de suicidio son más frecuentes en mujeres.
Los grupos con mayor tasa de mortalidad son aquellos de 60 años o más, seguido por el grupo de 20 a 59. Regionalmente, las provincias de Las Tunas, Holguín, Villa Clara y Sancti Spíritus presentan el mayor riesgo.
Se examina la relación entre el suicidio y enfermedades como la depresión, la esquizofrenia y el consumo de alcohol y drogas. Además, se toman en cuenta disfunciones familiares, enfermedades no transmisibles prolongadas, problemas de pareja y situaciones de bullying.
El Ministerio de Salud Pública cubano informa que la tasa actual de reportes es de aproximadamente 13.0 por cada 100,000 habitantes, mientras que anteriormente se reportaban alrededor de 23.0 muertes por cada 100,000 habitantes.
Con motivo del Día Mundial de Prevención del Suicidio celebrado el 10 de septiembre, el MINSAP publicó estos datos en su sitio oficial, con la intención de destacar la importancia de este problema en un contexto donde la humanidad enfrenta la pandemia de COVID-19 y sus implicaciones psicológicas, y cuando la isla atraviesa un momento crítico en la lucha contra este virus.
Desde 1989, se implementa el Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida. La doctora Beatriz Corona Miranda, profesora e investigadora del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, aclara que este programa se actualiza constantemente para reducir al mínimo la morbilidad por intentos y la mortalidad por suicidio.
En un artículo publicado en la web del ministerio, la especialista menciona que el programa tiene como metas específicas mantener un sistema de vigilancia que registre todos los intentos suicidas a través de tarjetas de enfermedades de declaración obligatoria.
En Cuba, según lo dictaminado por las autoridades, cuando una persona se suicida, su caso es evaluado por médicos forenses, lo que hace que estos datos sean confiables y sean reconocidos internacionalmente por la OMS.
Los informes oficiales subrayan que la cantidad de personas fallecidas por esta causa ha disminuido significativamente desde la implementación del Programa de Prevención. Además, el Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida ha sido integrado en un macro Programa de Desarrollo Humano, Equidad y Justicia Social, como parte del trabajo que Cuba realiza para reducir este indicador en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible hasta 2030.