“Es fundamental que cada individuo asuma sus responsabilidades”, afirmó el presidente de Angola en una disculpa pública por la masacre de los años 70, en la que el gobierno cubano supuestamente colaboró con Agostinho Neto.
Foto: El Confidencial
Texto: Darcy Borrero
El presidente angoleño, João Lourenço, ofreció ayer disculpas públicas en representación del Estado angoleño a las víctimas de la masacre que tuvo lugar hace 44 años, el 27 de mayo de 1977.
Este episodio se refiere a una represión sangrienta liderada por el ministro del Interior Nito Alves, que fue derrotado por el gobierno del primer presidente angoleño, Agostinho Neto, con el respaldo de Cuba, según informa la agencia EFE.
Aún no se ha hecho transparente la incursión militar de Cuba en África en los archivos de la memoria nacional. Ayer, el portal británico BBC Mundo divulgó información sobre aquella masacre, que fue ordenada por Neto, quien tenía una relación cercana con Fidel Castro y utilizó tropas cubanas durante la purga.
El contexto histórico de estos eventos, que resultaron en la muerte de decenas de miles de personas, se encontraba marcado por un intento de golpe de estado de una facción del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), el partido que ha gobernado el país desde su independencia en 1975.
Según reporta la agencia EFE, citando fuentes como Amnistía Internacional, en la masacre fallecieron 30.000 personas. Otras fuentes estiman que la cifra podría ser incluso más alta, llegando a los 90.000.
El presidente João Lourenço se dirigió a su pueblo, 44 años después, y declaró: “Nos reunimos con las víctimas de los conflictos y los angoleños en general para pedir humildemente en nombre del Estado angoleño nuestras disculpas públicas y perdón por el inmenso daño causado por las ejecuciones sumarias en ese momento y bajo esas circunstancias”.
“Haremos todo lo posible para que el mayor número de familias afectadas puedan tener un funeral digno para sus seres queridos, pidiendo desde ya la comprensión de todos para aquellos casos en los que no podamos alcanzar este objetivo”, agregó Lourenço.
El mensaje “refleja nuestro más sincero pesar y la intención de poner fin a la angustia que han llevado las familias a lo largo de los años debido a la falta de información sobre el destino de sus seres queridos”, valoró el mandatario. Dejó claro, en el marco del cuadragésimo cuarto aniversario de la masacre, que “es crucial que cada uno asuma sus responsabilidades”. Durante una ceremonia en el Cementerio de Santa Ana, en Luanda, la capital, se dio inicio a la entrega de certificados simbólicos de defunción a los familiares de las víctimas.
Como parte del esfuerzo por la reconciliación nacional y la reparación de daños, comenzará la búsqueda y posterior entrega a sus familiares de los restos de algunas de las figuras que fueron asesinadas.
La agencia EFE reporta que en mayo de 2019, Angola estableció por orden presidencial la Comisión de Reconciliación en Memoria de las Víctimas de Conflictos Políticos desde 1975 hasta 2002.
