Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Desde finales de marzo, el precio del aceite en Cuba ha experimentado un notable aumento, similar a las alzas cíclicas que ocurren en el país con productos esenciales como el arroz, el azúcar y artículos de aseo, haciéndolos cada vez más inaccesibles y afectando a una gama creciente de productos.
Después de varios meses de estabilidad, con precios que oscilaban entre 700 y 900 pesos cubanos en negocios privados, el aceite desapareció del mercado, reapareciendo a precios que alcanzan los 1500 pesos en algunos municipios de La Habana y hasta 2000 pesos en otras provincias.
Para ponerlo en perspectiva, el costo de un litro de aceite llegó a representar casi la totalidad del salario mínimo en Cuba, que es de 2100 pesos.
¿Por qué escasea el aceite en Cuba?
A partir de 2024, el gobierno cubano dejó de ofrecer aceite en sus tiendas en CUP, y en la red de bodegas, donde se debe vender cada tres meses, el suministro es no solo insuficiente, sino también inestable.
Estas son, en resumen, las principales razones por las que el aceite se ha vuelto casi un lujo en el país. El problema es que el “aceite de lujo” carece de sentido; es más bien un insumo básico para cocinar. Por lo tanto, surge la pregunta habitual: ¿cómo logran las familias? La respuesta, nuevamente, es la misma: nadie sabe con certeza cómo, pero hacen magia.
Actualmente, el precio de este producto ha disminuido ligeramente y se sitúa entre 900 y 1100 pesos por unidad en compras mayoristas, según publicaciones en Facebook de cuentapropistas y mipymes. Sin embargo, el precio en las compras minoristas sigue siendo alto para cientos de miles de personas que dependen de un salario bajo o de pensiones para cubrir la canasta básica del hogar.
El precio del aceite incomoda al gobierno
Los cubanos de a pie son quienes pagan altos precios por el aceite, y las quejas han llegado a oídos del gobierno. Durante la reunión de abril del Primer Ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, con gobernadores y el intendente del municipio especial Isla de la Juventud, se abordó el tema del aumento de precios en el país, entre ellos, el del aceite.
«El aceite ha vuelto a subir y hay territorios donde el litro cuesta 1500 pesos, cuando lo aprobado es 990», reconoció el dirigente.
Según Marrero Cruz, quien venda por encima de ese precio está infringiendo lo establecido, y quien lo permita es tan responsable como el vendedor. Visiblemente incómodo, agregó que «si esconden el aceite, iremos tras la casa almacén y, en ese caso, no será una multa ni una venta forzosa, sino decomiso. Luego se venderá el producto al precio establecido», afirmó.
Destacó que, según los análisis de costos y el comportamiento de los mercados, este producto no ha aumentado de precio; al contrario, ha bajado, por lo que no considera justificado el incremento.
Una vez más, se evidencia que en Cuba es el mercado informal el que verdaderamente determina los precios de productos de alta demanda. Cada vez que un producto experimenta un cambio de precio, es una reacción a las variaciones del dólar y a la disponibilidad del suministro.
Por otro lado, es evidente que la incapacidad del gobierno cubano para abastecer a la población con productos básicos como el aceite ha permitido que el sector privado controle su suministro. Sin embargo, los actores privados también enfrentan desafíos, ya que deben operar en condiciones adversas y depender de un complejo entramado de operaciones comerciales para comprar en divisas fuertes en el extranjero, vender en Cuba en pesos cubanos y luego convertir el dinero.
Ellos, a su vez, deben navegar en este complicado contexto comercial que, en última instancia, solo afecta el bolsillo del pueblo.