Un médico cubano del Sistema Público de Baleares, en España, ha denunciado su situación ante varios medios, luego de que el consulado español en La Habana rechazara un certificado en catalán. La respuesta fue que debía traducirlo al castellano para tramitar este “certificado de empadronamiento colectivo para conseguir el visado del cónyuge de un ciudadano comunitario”.
En su caso, Lester Quiros había enviado a su padre, de 74 años, residente en la ciudad de Santa Clara, dicho documento, puesto que su esposa –madre de Lester– tiene nacionalidad española. Al principio, pensó que por estar escrito en catalán no habría problema. «Es lo normal aquí y se supone que se acepta en los consulados españoles», comentó.
Sin embargo, hace pocos días, recibieron respuesta a la solicitud del visado, donde la institución le otorgaba 15 días a su padre para presentar nuevamente el certificado de empadronamiento colectivo, pero «traducido en castellano».
El nuevo documento que Lester debe enviar a su padre le costará otros 70 euros, y además, su padre tendrá que regresar de nuevo a La Habana, siendo una persona de edad avanzada.
“El Consulado Español en La Habana está tratando el catalán como una lengua extranjera en España”, señala Lester, y luego confiesa sobre la mala situación que vive su padre, de ahí la urgencia de la solicitud del visado.
Es importante recordar que el certificado de empadronamiento es uno de los trámites burocráticos más requeridos por las administraciones. Se trata de un documento informativo, expedido por el Ayuntamiento, en el que consta la residencia y el domicilio habitual del solicitante (en el caso del certificado de empadronamiento personal) o colectivo/domiciliario, que incluye los nombres y apellidos de todas las personas empadronadas en la vivienda.
Todo esto se requiere para que, entre otras cuestiones, los cónyuges de un ciudadano de la Unión Europea puedan obtener el visado de residencia y trasladarse al continente.
