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A pesar de las condiciones habituales, la calidad del agua potable en la provincia oriental de Santiago de Cuba ha sido, durante años, motivo de preocupación tanto para los residentes como para los visitantes, debido a un inadecuado tratamiento.
Recientemente, las intensas lluvias que han afectado la zona oriental de Cuba han tenido serias repercusiones en los sistemas de abastecimiento de agua de varios circuitos hidrométricos en el municipio cabecera y en Guamá.
Como consecuencia, la directora de la Empresa Aguas Santiago, Liudmila Rodríguez, informó a la prensa local que el agua está llegando a los domicilios con un color oscuro, aunque asegura que está correctamente clorada y no representa ningún riesgo bacteriológico.
Rodríguez indicó que la entrada de agua a la planta potabilizadora de Quintero 1 y 2, Parada y el Cobre, presenta altos niveles de turbidez, lo que dificulta el tratamiento, ya que requiere grandes cantidades de sulfato de alúmina.
Además, comentó que Quintero 1 y 2 se encuentran en mantenimiento general, lo que impide su operación al 100% de su capacidad, complicando aún más el proceso de tratamiento del agua.
No obstante, la directiva precisó que, a pesar de la escasez de productos químicos, se ha logrado reducir la turbidez del agua en su entrada a las plantas de tratamiento, aunque sigue superando los estándares establecidos.
Rodríguez recomendó a la población emplear métodos tradicionales para filtrar el agua y añadir sulfato de alúmina en dosis específicas. También instó a limpiar con frecuencia los depósitos de almacenamiento de agua.
Según la funcionaria, se están realizando esfuerzos significativos para asegurar la disponibilidad de los productos químicos necesarios y avanzar en la solución de esta problemática.