Foto: AFP
Texto: Hugo León
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el único candidato del Parlamento cubano para la Presidencia de la República, ha sido reelecto en un cargo que ocupa desde 2018.
Los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) de Cuba solo pudieron votar por él en la boleta, optar por abstenerse dejando la boleta en blanco o anularla.
Díaz-Canel llega a esta reelección después de cinco años como la máxima autoridad cubana, período en el que ha enfrentado una dura crisis en todos los ámbitos, excepto en el político, donde no ha habido cambios aparte de ser elegido como primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en abril de 2021.
El mandatario nació el 20 de abril de 1960, por lo que mañana, al cumplir 63 años, iniciará su segundo y último mandato como Presidente de la República. La Constitución cubana establece un límite de diez años para este cargo, así que, a menos que se modifique la legislación actual, Díaz-Canel alcanzará el término máximo de su gobierno.
Bajo su mandato anterior, Cuba realizó varios reajustes en las estructuras de gobierno y llevó a cabo reformas económicas que, a pesar de las buenas intenciones, no han mejorado la situación de la isla.
En los últimos cinco años, la Mayor de las Antillas también ha enfrentado retos significativos como uno de los peores desastres aéreos en la historia del país; el paso de un devastador tornado por el centro de La Habana; un incendio inédito en la Base de Supertanqueros de Matanzas que dejó cientos de heridos y 17 muertos; así como la pandemia de Covid-19 y el secuestro de dos médicos cubanos en África.
Además, durante su gestión, Cuba vivió las mayores protestas antigubernamentales desde 1959, que resultaron en miles de personas encarceladas y en un descontento generalizado tras el llamado televisado del propio presidente de enviar “a la calle los revolucionarios”, lo que culminó en enfrentamientos para sofocar las manifestaciones populares de julio de 2021.
Asimismo, el país enfrentó la peor crisis migratoria de su historia, con más de 300 mil cubanos cruzando la frontera de México hacia Estados Unidos y otros tantos dirigiéndose a diferentes destinos.
El proceso de unificación monetaria y cambiaria, parte de lo que el gobierno llamó “Tarea Ordenamiento”, en plena pandemia de Covid-19, se tradujo a mediano plazo en el aumento de tarifas de servicios y en el incremento de los costos de vida en la isla.
Otra medida que no fue bien recibida por la población fue la apertura de tiendas en MLC, una moneda que el Estado cubano no utiliza para pagos. Esto conllevó aún más colas, racionamiento y desabastecimiento de alimentos, insumos y productos diversos, además de una compleja crisis energética que provocó apagones prolongados y diarios en toda Cuba.
A pesar de todo lo anterior, Díaz-Canel fue elegido con el 97,66 por ciento de los votos del Parlamento.
El tiempo dirá si los últimos cinco años de su mandato aportan un mejor resultado para Cuba, y también quién será el próximo en sucederlo. Mientras tanto, el cuartico sigue igual, si no es que peor que en 2018.