Foto: Jorge Luis Borges
Un reciente fallo judicial permite a los ganadores de la Lotería de Visas de Estados Unidos (comúnmente conocida como «bombo») realizar las entrevistas consulares para obtener sus visados, un procedimiento que se encontraba detenido debido a las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19.
Más de 9 mil 900 personas en todo el mundo han sido premiadas en la Lotería de Visas de Estados Unidos, incluidos varios cientos de cubanos, quienes han visto su futuro estancado durante el último año. No obstante, las puertas se han abierto tras la decisión de un juez del tribunal de Washington DC, que dictaminó que el Departamento de Estado debe procesar las visas otorgadas durante el año fiscal 2020.
A comienzos de este mes, el Gobierno de Estados Unidos comunicó los requisitos necesarios para participar en la nueva lotería de visas correspondiente a 2023, que ofrecerá un total de 55 mil autorizaciones de residencia legal en el país.
El período de inscripción concluirá el 9 de noviembre de 2021, y los interesados pueden registrarse a través de la página del Departamento de Estado.
En cuanto a los cubanos, no tienen la posibilidad de realizar el trámite de visado en la Embajada de Estados Unidos en la isla. Esta última notificó en su sitio oficial que, debido a la suspensión de los servicios de visa de inmigrante en su sede, se ha designado a la Embajada de los Estados Unidos en Georgetown, Guyana como el lugar principal para procesar las visas de inmigrante para los residentes en Cuba.
Numerosos extranjeros están interesados en participar en el «bombo», anhelando el golpe de suerte que les permita emigrar legalmente a Estados Unidos y, de este modo, vivir y trabajar de forma regular en el país, además de hacerlo junto a sus familias.
Asimismo, se les otorgan los derechos que poseen los residentes legales en esa nación.
Entre los requisitos que deben cumplir los candidatos, destacan tener una profesión, haber concluido la educación secundaria o su equivalente, y contar con dos años de experiencia laboral en los últimos cinco años en una ocupación que demande al menos dos años de formación.