Un grupo en constante crecimiento de cubanos manifiesta su descontento por la tala y poda descontrolada de árboles, una queja que cobró mayor relevancia durante el Día Mundial de la Tierra, el 22 de abril pasado.
En los últimos años, áreas con una notable vegetación, especialmente en La Habana, como los municipios Playa, Vedado y las zonas adyacentes como Nuevo Vedado, dentro de Plaza de la Revolución, han sido sometidas a una excesiva tala de árboles. Esto ha ocurrido a pesar de las repetidas protestas de activistas, ambientalistas, expertos y ciudadanos que, hasta la fecha, no han recibido explicaciones claras sobre estas acciones.
En respuesta a estos eventos, las redes sociales han comenzado a amplificar la situación. Grupos como “Habana Verde” y “El Vedado de Siempre” han reunido a muchas personas que diariamente comparten en la web imágenes que evidencian los daños provocados por organismos estatales que evaden su responsabilidad frente al daño ambiental y tratan de eludir su implicación en los hechos.
Los defensores de la flora local argumentan que “en muchas ocasiones se infringe lo estipulado por la Ley del Medio Ambiente (No. 81) y la Ley Forestal de Cuba (No. 85)”.
Los ecologistas señalan que, frecuentemente, las autoridades justifican la tala citando razones como la interferencia de los árboles en los servicios urbanos, el impacto en propiedades, el tráfico de vehículos grandes, la limpieza, o aludiendo a derechos privados.
Además, para justificar las podas, mencionan motivos como el inicio de la temporada ciclónica, la obstrucción de vías públicas o la necesidad de proteger cables eléctricos. “Es comprensible que los árboles necesiten ser podados para evitar problemas y mantener el orden urbano. Sin embargo, consideramos que la poda debería realizarse de tal manera que no comprometa la salud del árbol ni reduzca los beneficios que brinda a la comunidad, como sombra y oxígeno”, insisten.
Los miembros de “Habana Verde” demandan a las autoridades detener la tala indiscriminada de árboles, que afecta la producción de oxígeno y provoca un incremento en los niveles de CO2 en el ambiente, contribuyendo así al calentamiento global. También exigen el cese de podas excesivas e inapropiadas “que a menudo debilitan a los árboles y reducen la capacidad de sus raíces para absorber agua y transportar nutrientes esenciales, lo que puede provocar su muerte”.
Asimismo, solicitan nuevos proyectos de reforestación que contemplen el cuidado a largo plazo de los árboles, para reparar el daño significativo causado por la deforestación “tanto en La Habana como en otras ciudades y pueblos del país”, y abogan por una educación intensificada sobre la importancia de los espacios verdes en las urbes y su impacto positivo en la vida diaria.
Raquel Espino denunció en la página de Facebook mencionada: “llamé al número que publican para quejarse y me dieron el de comunales, sugiriendo hablar con el director llamado Tony, que jamás contestó el teléfono”, al tiempo que comentaba que “todo está diseñado para que nadie pueda quejarse de nada; los jefes nunca están y no les importa. ¡Seguimos en combate!”
Otra activista, Lali Batista Aranda, desde los alrededores de 13 y E, en Vedado, el 21 de abril, señalaba la tala de árboles en esa área y otras partes de La Habana, añadiendo: “es una masacre lo que están haciendo. Por favor, no somos los únicos que dependemos de los árboles, muchas especies que viven en la ciudad también los utilizan para refugiarse. Les ha costado años crecer y vienen y los cortan así, sin más; no es justo para ellos, ni para los animales, ni para nosotros. Gobierno de La Habana, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Ministerio de Agricultura de Cuba, que alguien revise esta situación”.
En esta cruzada contra el daño ecológico, opiniones incómodas invaden la web, como la cuestionando “¿a cuál ministerio corresponde pedir explicaciones por la tala?”, o la que insta a “Si no podemos plantar un árbol, ¡evitemos la tala de los que ya existen!”. Otros usuarios, como Alexandra Lleonart, mencionan talas indiscriminadas en la calle B, entre 11 y Línea, en Vedado; Héctor Garrido, en las calles C y 13, en la misma zona, y un usuario desde La Puntilla, área cercana a la céntrica 5ta. Avenida de Miramar, Playa.
Al parecer, las autoridades han comenzado a tomar en consideración las protestas. Hasta el momento, Reinaldo García Zapata, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, al referirse en un encuentro habitual a estos eventos, especialmente en el municipio Plaza de la Revolución, enfatizó la necesidad de ser rigurosos en la realización de los trabajos de poda, una acción que deberá ser evaluada por el grupo de trabajo creado con este fin, según el periódico local Tribuna de La Habana.
Por su parte, Mario Castillo Salas, director de la Empresa Eléctrica de La Habana, reiteró que esa entidad no está autorizada para llevar a cabo talas, y mucho menos sin una guía forestal. Alexander Zorrilla Torreblanca, director de la Empresa Provincial de Áreas Verdes, explicó que se está llevando a cabo una investigación en la zona que continuará hasta que se adopten las medidas necesarias.
En resumen, García Zapata subrayó la necesidad de ser severos en los análisis y las medidas en este preocupante panorama ambiental que afecta especialmente a La Habana, ya que “las personas deben aprender a ser disciplinadas y actuar con total responsabilidad”.
