Foto: Archivo | CN360
Texto: Hugo León
Una compañía francesa ha firmado un acuerdo con Cuba para mejorar la producción de café en el este de la isla. Esta noticia podría ser bien recibida por la población, pero es importante no confundirse, ya que los frutos que se cultivarán estarán destinados a la exportación.
Según un informe de la Agencia Cubana de Noticias, la empresa en cuestión es Malongó, que firmó el convenio con la Empresa Agroforestal Gran Piedra Baconao, de Cuba, durante la XXXIX Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2023).
Jean Pierre Blanc, director de la empresa francesa, explicó a los medios que esta iniciativa beneficiará la producción en el Consejo Popular Ramón de Las Yaguas en Santiago de Cuba, donde anteriormente existía una plantación cafetalera llamada La Fraternidad.
El proyecto requerirá inversión extranjera, capacitación y transferencia de tecnología para mejorar la calidad del café que se producirá en la región “y que luego se comercializará en el exterior”, señala el informe.
Además, el directivo francés aseguró que se busca aumentar la productividad del grano y, al mismo tiempo, elevar el nivel de vida de los habitantes de la zona.
Sin embargo, no se han proporcionado detalles sobre la forma de pago, si se realizará en moneda libremente convertible (MLC) debido a que es una entidad extranjera la que lleva adelante el negocio, ni si se destinará una parte de las ganancias para mejorar la infraestructura de la zona.
La empresa Malongó “es líder en la producción de café biológico y equitativo y mantiene un compromiso con el patrimonio que representa el cultivo, la cosecha y el consumo de ese grano en Santiago de Cuba”, según el embajador de Francia en la nación caribeña.
Esta alianza subraya la importancia de los colonos franceses que se establecieron en el centro y oriente de Cuba hace siglos, procedentes de Haití, quienes trajeron consigo innovaciones que ayudaron a la Mayor de las Antillas a consolidarse como uno de los principales exportadores de café del mundo.
Asimismo, la noticia contrasta con el bajo volumen de producción cafetalera en Cuba, que actualmente ni siquiera garantiza la entrega oportuna del café previsto para la canasta familiar normada, creada por el propio Estado.
Por otra parte, el café de mayor calidad que se produce en Cuba se vende en tiendas en MLC, moneda que el Estado cubano no utiliza para sus pagos y que se cotiza por encima de los 240 pesos en el mercado informal de divisas.