Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
Cuba concluirá este año en el podio de uno de los rankings menos deseados del mundo: el relacionado con la inflación. La Mayor de las Antillas cierra el 2022 como uno de los tres países con mayor inflación, según el economista estadounidense Steve H. Hanke de la Universidad Johns Hopkins.
La inflación en Cuba alcanza el 175 por ciento, según el analista, siendo solo superada por Zimbabwe y Venezuela, esta última desplazando a la isla a principios de este mes con una cifra de hasta el 289 por ciento.
Hanke indicó en su publicación de Twitter que, debido al gobierno comunista en Cuba, “la pesadilla económica se vuelve más aterradora cada día que transcurre”.
Entre los datos que proporcionó el especialista sobre la economía y la moneda de la nación caribeña destaca el del peso cubano, el cual, subrayó, ha perdido el 71 por ciento de su valor frente al dólar.
Según él, el valor de la moneda nacional cubana no tiene ningún respaldo.
Para Hanke, Cuba ha estado atrapada en una espiral de colapso económico desde el inicio del 2022, y los gráficos que mostró sugieren que el país mantuvo una inflación de entre el 130 y el 150 por ciento durante varios meses.
¿Qué dicen las cifras del gobierno cubano?
A mediados de este mes, el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil, afirmó que la inflación en el país se sitúa en un 28.76 por ciento en lo que va del año, mientras que el aumento de precios en los últimos 12 meses alcanza casi el 40 por ciento.
Según explicó el titular al parlamento al presentar los resultados del año que termina y las perspectivas para el 2023, estos datos indican directamente la pérdida de poder adquisitivo de la población en 2022, un año que calificó como muy difícil.
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció -también ante la Asamblea Nacional del Poder Popular este mes- que existe una dolarización parcial de la economía en Cuba.
Para el mandatario, algunos de los desequilibrios macroeconómicos de la isla son la pérdida de ingresos en divisas, los altos déficit fiscales, el aumento de los ingresos de personas naturales sin un respaldo productivo, la escasa respuesta del sector productivo para generar mayores ofertas de bienes y servicios, así como la propia dolarización.
Díaz-Canel señaló que estos desequilibrios se reflejan principalmente en la escasez de oferta, la depreciación e inconvertibilidad de la moneda nacional y la inflación.
En las calles, este indicador negativo repercute en los precios, que siempre están en aumento. Algunos productos se cotizan hoy diez veces más que hace un año.
