La Isla podría unirse a la lista de naciones que cuentan con un pasaporte digital contra la COVID-19. Según el periódico estatal Granma, un modelo cubano está en fase de prueba en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI).
Allan Pierra Fuentes, director del Centro de Soporte Tecnológico de la institución, comentó a dicho periódico que, para desarrollar el proyecto, se han estudiado otras versiones existentes de pasaportes digitales de vacunación en el mundo.
Subrayó que el modelo cubano utilizará un código QR que contendrá datos encriptados de cada persona, respaldados por una firma autorizada y reconocida por la Organización Mundial de la Salud, aval que únicamente proporcionará el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba.
El objetivo es que cualquier cubano pueda obtener este pasaporte digital, ya sea impreso, a través de una aplicación en su móvil, enviado por correo o mostrado como una imagen en su teléfono celular, destacó Pierra Fuentes. Además, podrá ser leído en cualquier país, dado que sigue los estándares internacionales.
Para lograr esto, están trabajando en el desarrollo de tres soluciones informáticas clave: una página web donde el usuario introduce sus datos de vacunación para generar el pasaporte digital; un verificador que puede validar qué información almacena ese código QR y si fue generado con una firma válida; y, por último, una billetera de pasaportes que permitirá almacenar información no solo del usuario, sino también de otros miembros de la familia, para mostrar cuando se requiera.
A nivel global, varios países han adoptado este certificado digital para reactivar la industria del turismo, siendo la Unión Europea de las primeras en promoverlo. Su objetivo es facilitar la movilidad dentro del bloque y eliminar restricciones para aquellos vacunados, conocido como el «pasaporte europeo de vacunación».
A pesar de que hay países que se oponen a su uso por el temor a la discriminación, funcionarios de la Comisión Europea han afirmado su intención de evitar la exclusión de ciudadanos que, por diversas razones, no se hayan vacunado.
Las vacunas aprobadas para el certificado incluyen las de Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca y Johnson & Johnson, pero no las rusas Sputnik V ni las chinas Sinovac y Sinopharm. La propuesta también menciona que estas guías «no deberían impedir a los estados miembros aceptar certificados de otras vacunas contra la COVID-19».
En Cuba, las únicas vacunas utilizadas en la población son las desarrolladas en el país, con cinco candidatos vacunales. Se ha avanzado en la inmunización con Abdala y Soberana 02 en ensayos clínicos, y, recientemente, se ha iniciado la vacunación masiva contra el coronavirus. Para junio, el gobierno espera recibir autorización para el uso de emergencia de una de estas. El plan, según el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, es lograr que el 70% de la población esté inmunizada.
Si se generaliza el uso de este pasaporte digital cubano de vacunación contra la COVID-19, para su validez a nivel mundial, será necesario esperar el reconocimiento de la comunidad internacional respecto a las vacunas desarrolladas en la Isla y su efectividad.