Foto: Alain Gutiérrez
A medida que La Habana intenta evitar una condena internacional en materia de derechos humanos por parte de Estados Unidos, este miércoles estaba programada una reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para discutir la situación en Cuba, que ha sido marcada por históricas manifestaciones. Sin embargo, el Consejo Permanente ha decidido posponer esta sesión.
Este órgano ejecutivo, compuesto por sus 34 miembros activos, había notificado que llevaría a cabo una sesión virtual extraordinaria el 28 de julio para “abordar la situación en Cuba”.
Estaban programados para presentarse la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, así como el relator de la CIDH para Cuba, Édgar Stuardo Ralón, y el relator especial de la CIDH para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca.
Es importante recordar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano autónomo de la OEA, condenó en un comunicado el 15 de julio “la represión estatal y el uso de la fuerza” durante las protestas, las cuales consideraron “pacíficas”.
Esta convocatoria fue realizada por la presidencia del Consejo Permanente, actualmente ocupada por Uruguay. Su embajador, Washington Abdala, subrayó la semana pasada la necesidad de llevar a cabo una sesión extraordinaria con representantes de la CIDH para analizar los “últimos acontecimientos registrados en Cuba”, que consideró de “preocupación” para él y otros diplomáticos ante la OEA.
“No conocer lo que está sucediendo en Cuba no significa que los dramáticos hechos no continúen. La realidad, tristemente, sigue su curso y no se oculta detrás de papeles, declaraciones o demoras”, expresó el diplomático en su cuenta de Twitter.
Parte del Comunicado sobre el Consejo que no se llevó a cabo por Cuba en la OEA. Versión completa en Instagram o Facebook pic.twitter.com/Xfu5KSK2pD
— Washington Abdala (@turkabdala) July 28, 2021
En el contexto de la crisis económica de la Isla y un notable incremento en los contagios y muertes por covid-19, miles de cubanos se manifestaron el 11 y 12 de julio en más de 40 ciudades del país, exigiendo tener “hambre” y pidiendo el fin de la “dictadura”.
Aunque Cuba no es miembro de la OEA, su situación sigue siendo objeto de debate en ese foro. Desde 1962, el país ha acusado a Estados Unidos de liderar una campaña en su contra dentro del organismo regional, al que considera al servicio de Washington. “El próximo, vergonzoso y anunciado paso del macabro plan contra Cuba es la imposición del Consejo Permanente de la OEA”, tuiteó el presidente Miguel Díaz-Canel este martes.
Además, el canciller cubano declaró que la OEA es “monroista”, en referencia a la doctrina Monroe, que justificó intervenciones estadounidenses en Latinoamérica.
También, Díaz-Canel criticó las recientes manifestaciones contra su gobierno frente a las embajadas cubanas en varias capitales, tras el daño menor que sufrió la misión diplomática de Cuba en París por el lanzamiento de dos artefactos incendiarios la noche del lunes.
La Fiscalía de París ha abierto una investigación sobre el atentado, que no fue reivindicado de inmediato. Francia condenó los hechos y ordenó reforzar la seguridad de la misión diplomática, según un portavoz oficial francés.
La OEA excluyó a Cuba del sistema interamericano en 1962 debido a su alineación con el bloque comunista soviético y su conflicto con Washington tras la Revolución liderada por Fidel Castro en 1959. Los miembros del bloque regional anularon esa decisión en 2009, pero Cuba no ha solicitado su reincorporación.
Carlos de Cossio, director general de Estados Unidos en la Cancillería cubana, ha afirmado: “Cuba no pertenece ni va a pertenecer a la OEA”.