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El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ha notificado este miércoles a Estados Unidos que no aceptará la «agresión constante» hacia la isla ni los «intentos de perturbar la calma ciudadana y perjudicar la paz social» en Cuba, en un contexto de celebración nacional.
«No permitiremos que la agresión organizada desde el exterior arruine el momento festivo de nuestro pueblo. Con un estricto respeto a nuestra Constitución, defenderemos el orden que hemos ratificado de manera masiva», afirmó el Canciller cubano durante un encuentro con el cuerpo diplomático en La Habana.
En este contexto, ha denunciado que, para «desestabilizar» a Cuba, se emplea una «poderosa máquina comunicacional» y se intenta “crear, a partir de la mentira y la irrealidad, un escenario virtual que no existe, con la esperanza de convertirlo en un entorno real», según informó el sitio Cubadebate.
Rodríguez Parrilla subrayó que «el eje principal de esta operación organizada desde centros de poder en Estados Unidos cuenta con la intervención constante de senadores y congresistas anticubanos, llevando a consecuencias que en otros países han desencadenado conflictos y guerras militares».
Además, destacó que desde el 22 de septiembre se han emitido un total de 29 declaraciones del Gobierno estadounidense y de figuras influyentes del Congreso, con el objetivo de incitar acciones «desestabilizadoras».
En otro segmento de su discurso, el Canciller cubano acusó a la Plataforma privada Facebook de ser utilizada por individuos y grupos que generan mensajes de odio y opiniones adversas contra la estabilidad social en la isla, afirmando que manipulan los logaritmos -quiso decir algoritmos- de la red social y los sistemas de geolocalización para simular que publican desde Cuba.
Asimismo, el titular de exteriores criticó a Washington por promover, orientar e instigar una marcha opositora en diversas localidades del país, planificada para el próximo 15 de noviembre, la cual es considerada ilegal por las autoridades de la isla.
El mes pasado, activistas cubanos del grupo Archipiélago notificaron a las autoridades de varias regiones del país sobre su intención de llevar a cabo una marcha pacífica en distintas localidades de la isla para el 20 de noviembre.
La reacción del gobierno cubano fue convocar ejercicios militares durante tres días, que concluirían con la jornada de Defensa Nacional en la misma fecha de las manifestaciones, lo que llevó a los organizadores a mover las protestas al 15 de noviembre, hecho que fue respondido con la declaración de la marcha como ilegal.
Las afirmaciones realizadas este miércoles por el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba se producen a tan solo cinco días de la fecha seleccionada por los líderes de la plataforma Archipiélago.