Fotos: Jorge Luis Borges
Los medios estatales cubanos han mencionado poco sobre la zafra azucarera del período 2020-2021. Sin embargo, detrás del impacto del bloqueo económico en la isla y la crisis global provocada por el coronavirus, se ocultan posiblemente los peores resultados en más de un siglo de zafras azucareras en Cuba.
En enero, durante un recorrido por el central Uruguay, ubicado en Sancti Spíritus, Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, comentó: «Estamos obligados a realizar una zafra corta pero eficiente». Esto representa un desafío considerable en el contexto de la actual zafra azucarera, que comenzó en noviembre y se extenderá hasta que las lluvias de mayo lo permitan; además, las toneladas de azúcar no alcanzarán cifras millonarias.
Según estimaciones de la agencia Reuters y de la española Efe, la producción de azúcar podría no llegar al millón de toneladas, lo cual sería un hecho inédito desde 1908. Se estima que apenas se alcanzarán alrededor de 900,000 toneladas, lo que implicaría una reducción del 25% en comparación con años anteriores.
Normalmente, la cosecha presenta rendimientos más altos desde enero hasta mediados de abril. Sin embargo, Dionis Pérez, director de Informática y Comunicaciones de Azcuba, declaró a Prensa Latina que en 2021 registraron uno de los peores meses de marzo de las últimas zafras.
Entre los factores que contribuyen al bajo rendimiento de esta zafra, el gobierno menciona la pandemia de COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero por parte del Gobierno de Estados Unidos, que complica la adquisición de equipos y piezas de repuesto. También se debe tener en cuenta las lluvias que afectaron al país en octubre y noviembre, que, de acuerdo a informes, retardaron la madurez de la caña en menos de un 1%.
La zafra comenzó con dificultades, como señaló el director de Informática y Comunicaciones de Azcuba al periódico Granma, ya que 14 de los 38 centrales que se planificaron para iniciar no estuvieron listos a tiempo.
Los problemas menos mencionados acerca de la zafra azucarera se relacionan con la obsolescencia tecnológica, así como con la histórica deficiente organización y funcionamiento de la industria azucarera cubana, que en su apogeo fue líder mundial en el sector.
De acuerdo con Efe, antes de 1959, existían en Cuba 156 centrales, de las cuales sólo quedan 56, y actualmente operan 38 en esta cosecha. Parte del trabajo se ha tenido que realizar manualmente debido a la escasez de combustible, lo que ha ocasionado paros, ya que más del 90 por ciento del corte de caña se realiza de forma mecanizada.
La comparación entre la cantidad de centrales que operaban en el pasado y las que hay ahora es desalentadora; sin embargo, la situación se agrava aún más al observar la cantidad de toneladas producidas en ese entonces en comparación con la actualidad.
En el año del triunfo de la revolución, la recolección fue de 5.6 millones de toneladas, cifra superada por las siete y hasta ocho millones alcanzadas entre 1970 y 1989, cuando aún se anhelaba el objetivo de 10 millones. En 2010, se registró la cosecha más baja en 105 años, con apenas un millón de toneladas, y parece que este año podría igualar ese récord.
Ante el aumento de los precios del azúcar en el mercado internacional, el gobierno ha intentado revitalizar la industria azucarera en la Mayor de las Antillas, buscando que las exportaciones ayuden a mitigar la crisis del país, aunque este esfuerzo se prevé que en este año estará más debilitado que nunca.