¿Qué ha cambiado en Cuba?
Foto: Roy Leyra
Con el lema “Unidos: Hacemos Cuba”, el gobierno cubano, a través de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y sus Sindicatos Nacionales, convocó a las celebraciones del Día Internacional de los Trabajadores este primero de mayo. Una vez más, el festejo se adaptó a la vida en pandemia, celebrándose de manera virtual. Pero, ¿en qué contexto real conmemora la Mayor de las Antillas esta fecha?
El año anterior, en medio de la incertidumbre provocada por una pandemia que comenzaba a afectar la isla y el mundo, se invitó a la población a una jornada desde casa, también en un formato virtual, tal como ocurre en 2021.
Por segundo año consecutivo, la multitudinaria celebración en la Plaza de la Revolución y en otras ciudades del país quedó suspendida. Las medidas de distanciamiento social y las normativas higiénico-sanitarias han marcado la pauta.
Este año, la conmemoración llega en un contexto de fuerte crisis económica, con un aumento constante de casos de COVID-19 y, lamentablemente, de decesos, así como de contagios infantiles y nuevas cepas más peligrosas, generando miedo e incertidumbre entre la población.
Adicionalmente, los trabajadores cubanos han tenido que adaptarse a las nuevas medidas resultantes de la Tarea Ordenamiento, que involucran la unificación monetaria, el aumento salarial, el considerable aumento de precios de productos y servicios, así como la creciente tasa de cambio del dólar y la escasez de alimentos.
Para motivar a la celebración, el gobierno ha enfatizado la lucha contra el bloqueo y su recrudecimiento, además de expresar apoyo a los trabajadores de la salud que están en la primera línea contra la COVID-19.
Los acuerdos del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, donde Miguel Díaz-Canel fue seleccionado como Primer Secretario del Comité Central, también han servido como fundamento y guía para el festejo.
“Sus acuerdos constituirán la brújula que guiará la acción de los trabajadores en el empeño por avanzar en la implementación de los profundos cambios que nos hemos propuesto, como parte de la actualización del Modelo Económico y Social de Desarrollo Socialista”, mencionaba la convocatoria publicada en el periódico Granma.
La CTC reconoció que el escenario es “complejo y desafiante” para los obreros, dada la presión del bloqueo y los efectos de la pandemia, que han llevado a una “elevada contracción de la economía” y, consecuentemente, a un desabastecimiento en el mercado interno, lo que ha elevado los precios y disminuido la capacidad adquisitiva del salario.
En 2021, las transformaciones no han cesado, abarcando desde ajustes en la empresa estatal socialista hasta nuevas políticas para el perfeccionamiento del sector no estatal.
En resumen, este primero de mayo invita a reflexionar sobre las transformaciones en el entorno laboral en Cuba, con el telón de fondo del teletrabajo y la pandemia, así como sobre la situación del obrero cubano y su papel dentro de las familias.
Cuando Cuba alcance finalmente esa nueva normalidad tan anhelada, se verá si las celebraciones y consignas del primero de mayo regresan con fuerza a su carácter presencial, consolidando una tradición que tuvo su mejor momento en la era de Fidel Castro.
