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Los cubanos han innovado de diversas maneras para cargar sus celulares tras cuatro días de apagones. Varias imágenes en redes sociales muestran cómo han adaptado baterías de automóviles y motocicletas para cumplir esta función.
Algunos caminan por las calles en busca de fuentes de energía, piden ayuda a los vecinos o se dirigen a algún centro con planta eléctrica; en fin, siempre aflora la capacidad que se tiene en la Isla para enfrentar obstáculos y crisis.
Después del paso del huracán Ian, que, para ser sinceros, el gobierno cubano no imaginó que tendría tanto impacto, dejando al menos 3 muertos en Pinar del Río, uno de los peores efectos fue el colapso total del Sistema Electro-energético Nacional (SEN), lo que provocó, por supuesto, un apagón generalizado.
Muchas personas han compartido cómo cargan sus teléfonos en instituciones públicas, como hospitales y hoteles, o en lugares privados donde encuentran un generador eléctrico. De hecho, hay algunos casos en los que se ofrece el servicio con un costo que oscila entre 100 y 200 pesos cubanos por una hora de carga de celular.
En este sentido, se han visto muy concurridos los pasillos del Hospital Calixto García y del Hospital Hermanos Ameijeiras en Centro Habana. Además, los centros de prensa han proporcionado el servicio de carga de teléfonos a la población y han brindado información a los usuarios que se acercan a esos lugares.
Para que tengan una idea, el paso de Ian dejó sin servicio de telefonía móvil a parte del occidente cubano, afectando a más de 380 radiobases. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) reportó averías en Pinar del Río, Artemisa y La Habana.
Luego de varias protestas en los últimos días, que también provocaron algunos cortes de internet, algunas zonas de La Habana ya tienen electricidad en sus hogares. Muchas personas se han solidarizado con los habitantes de áreas aún afectadas para que puedan recargar celulares, motorinas y otros dispositivos.
No pocas casas en La Habana se han transformado en centros de carga, ya que sus residentes, de forma solidaria, han puesto a disposición de los vecinos la energía de sus plantas eléctricas o baterías de automóviles. Decenas de teléfonos pueden verse conectados a una misma fuente, intentando, al menos, encenderse y acceder a la única vía de información para los cubanos en tiempos de crisis y apagones.